viernes, 6 de julio de 2007

LA EXTENSIÓN RURAL

Docentes de la Universidad Nacional Agraria de la Selva de Tingo María


Ingº. FERNANDO S. GONZALES HUIMAN
http://fgonzaleshuiman.blogspot.com/
http://fsghinvestigación.blogspot.com/ http://fsghturismo.blogspot.com
e mail: fsgh_dito@yahoo.es fsghdito@gmail.com
DOCENTE DE LA FACULTAD DE AGRONOMIA
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA, TINGO MARÍA PERÚ.

La Extensión Agraria, entendida como la mejora de la gestión del conocimiento agrario (sentido restringido) o como el apoyo a la población rural y su contexto (sentido amplio), es un elemento esencial, cuando no se asimila, al desarrollo rural. La idea de hacer útiles al máximo número de personas los conocimientos de la agricultura surgidos dentro o fuera de ella, y la de apoyar a la población rural a través de la animación sociocultural, el desarrollo comunitario o la acción política, son tan antiguas como la actividad agraria, y el campo, donde ésta se desarrolla.

Entendemos por extensión todo proceso que signifique transferencia de información con intencionalidad educativa en el medio rural.
Tanto la transferencia de nuevas tecnologías, la capacitación de productores, la información técnica, la asistencia técnica y los procesos de educación no formal que se generan en el medio rural, pueden estar contemplada en esta definición amplia, flexible de lo que tomamos como extensión rural en este trabajo.

LAS TICs Y LA EXTENSIÓN RURAL

Las TICs o NTICs son las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, que surgen y se desarrollan con una velocidad admirable en los últimos años en el marco de la llamada "revolución del conocimiento" que da surgimiento a la "sociedad de la información y del conocimiento" cuestión hoy indiscutible en la que se enmarca nuestras vidas y nuestros trabajos.
Se podría definir a la Sociedad del Conocimiento como aquella con capacidades suficientes para generar, apropiar y utilizar el conocimiento para atender las necesidades y los desafíos de su propio desarrollo. Y complementariamente se podría conceptuar a la Sociedad de la Información como aquella en que se generaliza novedosas y múltiples formas de generar, recoger, almacenar, procesar y divulgar información, con la novedad agregada que se amplía significativamente la cantidad y la calidad de ciudadanos que pueden potencialmente participar de estos procesos (mayor democratización de oportunidades).

Más concretamente las TICs son las herramientas que permiten el procesamiento y la circulación de información de forma más acelerada, en mayor volumen, para mayores grupos metas, posibilitando al mismo tiempo mayores posibilidades de comunicación, de diálogos, de intercambios entre públicos diversos y de localizaciones remotas por ejemplo.

Las TICs son la Internet como "vedette" indiscutible, como también son las videoconferencias, los listados de discusión, etc. Estas herramientas han revolucionado todos los ámbitos del hacer humano y la extensión rural no podía estar por fuera de este proceso mundializado.

El futuro se podría aventurar que será un "futuro digitalizado", es evidente que cada día crece más el uso de computadoras, los usuarios de Internet, cada vez hay más actividades por Internet y mediadas por otros medios electrónicos. En este futuro digitalizado crecen constantemente los consumidores-usuarios. Pero esta "cara buena" de ese futuro digitalizado tiene la otra, en la que debemos remarcar algunos de los aspectos excluyentes, como son la brecha digital (no acceso, no uso o uso limitado de las TICs) y la "brecha en la generación de contenidos" (producción y gestión de información).

E-EXTENSIÓN RURAL: CONCEPTO NUEVO?

Algunos autores comienzan a hablar de E-Extensión, entendiendo por tal el concepto emergente de la rápida incorporación de TICs en programas y acciones de extensión clásicas.

Se entiende por e-extensión aquellas tareas de extensionismo rural que se basan en el uso intensivo de TICs y que supone desarrollar muchas de las acciones de forma virtual y a distancia. Además de permitir realizar acciones de forma remota, incorpora la posibilidad de otros dos aspectos novedosos y muy interesantes que son la de realizar acciones en tiempo real (por Internet) y con mayor número de participantes en forma simultánea.

Colabora en desarrollar redes colaborativas más horizontales con la posibilidad de producir intercambios de participantes localizados de forma dispersa, bajando costos e incrementando los potenciales y reales usuarios y miembros de dichas redes.

Incorpora la "multidireccionalidad" en la comunicación, superando la casi "verticalidad" imperante en la extensión clásica donde la relación fue centralmente extensionista-productor.
La extensión clásica es básicamente presencial y la mayor relación es la de productor-extensionista y extensionista-sistema de extensión, ahora con estas nuevas oportunidades a toda la relación de diálogo presencial, se le suma la posibilidad de diálogos múltiples, búsqueda de información con relativa autonomía del productor, se puede incrementar la relaciones entre los productores de forma horizontal, entre los extensionistas entre si, así como ambos con el sistema de extensión, etc. Estas nuevas oportunidades posibilitan a los productores no "depender" exclusivamente de la opinión, de la información que aportaba clásicamente el extensionista y esto también colabora en ampliar el horizonte de información y de alternativas que hoy tiene el productor con acceso a estas nuevas forma de informarse.

La E-extensión es parte de la extensión, lo que se incorpora son herramientas, equipamientos y nuevas metodologías que desafían a reconceptualizar, a capacitarse para estas innovaciones, pero esencialmente debería entenderse como una modernización creciente y acelerada de la extensión y no como una "nueva extensión que competirá y sustituirá la anterior". Esta visión en conflicto, en competencia no se justifica, el rol del extensionista es tan necesario como siempre, dado que todo el proceso de transferencia de información debe estar liderado por profesionales especializados y comprometidos y las herramientas y equipamientos son básicamente instrumentos para desarrollar el rol profesional del extensionistas.

Por lo tanto la propuesta es incorporar estas herramientas para desarrollar más y mejor la actividad de extensión, acorde a los contextos y condiciones muy específicos de cada entidad, territorio, rubro, etc.

LA EXTENSIÓN EN EL PERU

La extensión agraria como servicio organizado por el Gobierno dejó de funcionar en la práctica en 1987, Cuando el Instituto Nacional de Investigación y Promoción Agropecuaria (INIPA) fue reorganizado y se transfirieron las responsabilidades de extensión al Ministerio de Agricultura, que no llegó a implementarlas como programa. Este espacio ha sido cubierto en parte por las ONGs, que han venido trabajando a lo largo del país con cierta irregularidad y respondiendo, en la mayoría de los casos, más a la necesidad de conseguir financiamiento para sus actividades que a las necesidades de los productores. Si bien, el servicio de extensión pública organizado bajo una institución dejó de operar en la práctica, el sector público ha venido realizando actividades en extensión, a través de proyectos específicos.

Entre las varias características de la extensión agraria en el país en la década actual se debe destacar el número excesivo de instituciones privadas, que hacen actividades en el tema y la superposición y poca coordinación de actividades entre estas y los proyectos públicos. Gran parte de las actividades de las ONGs se desarrollan en la sierra y de hecho los tres proyectos del Ministerio de Agricultura relacionados en forma directa a la extensión llevan a cabo sus actividades exclusivamente en la sierra.

1. Dispersión del trabajo dentro de la región, cada institución busca su territorialidad, esto hace que las actividades no sean eficientes, pues los esfuerzos son débiles dentro de una misma región.
2. Desatención de productores en las otras regiones, sobre todo en la costa, donde las posibilidades de causar impacto tecnológico son mayores por las potencialidades que ofrece esta región.
3. Diferentes metodologías de trabajo aplicadas en problemas similares lo que lleva a un uso ineficiente de los recursos y en la práctica no contribuye a la capacitación de los productores.
4. Asistencialismo a los productores, que desvirtúa el objetivo de un programa de extensión agraria.
5. Rigidez administrativa en los proyectos del estado, lo que reduce la efectividad de los mismos.

Si bien, no existe un servicio de extensión organizado por el gobierno, esto no quiere decir que en el país no se hagan actividades en extensión agraria.

Existen en el país diversas instituciones públicas y privadas que con o sin el propósito hacen extensión agraria. De hecho se puede decir que existe en el país un sistema informal de extensión agraria. En este sistema participan ONGs, otras entidades privadas y el sector público bajo la forma de proyectos. El sistema sin embargo es informal por que hay muy poca coordinación de actividades entre las instituciones y proyectos que lo conforman.

El sistema informal de extensión agraria involucraría a 6100 personas: 4400 en el sector privado y 2700 en el público. Considerando un gasto operativo mínimo de 500 dólares al mes por persona (salario mas operación), este sistema tiene recursos estimados de 36 millones 600 mil dólares al año.

Las acciones de extensión se encuentran concentradas en la sierra. Se estima que el 60% de las actividades de las ONGs se realizan en la sierra. Los proyectos del Ministerio de Agricultura también se realizan en la sierra. Paradójicamente y a pesar de estar concentradas las acciones en la sierra, se puede decir que existe una dispersión de esfuerzos en lo que respecta a extensión, pues antes de una coordinación de actividades priman los intereses y la territorialidad.

Los modelos utilizados son diversos y las acciones que se hacen bajo el supuesto de la extensión agraria son diversas, algunas de las cuales no deberían ser consideradas como de extensión agraria, sino de desarrollo rural (vías de comunicación, infraestructura). Por otro lado, se pone énfasis en los aspectos sólo productivos, descuidando otros aspectos de la cadena productiva como por ejemplo la comercialización que deberían ser cubiertos por la extensión.

Las mayorías de las instituciones que trabajan en extensión ponen poco énfasis en la demanda de tecnología por parte de los productores, sus actividades son más del tipo difusionista y asistencialista. El impacto que puede esperarse de este tipo de programas es mínimo y su sostenibilidad no es posible.

La organización de los productores para mantener una relación horizontal con las instituciones es incipiente. Los proyectos y actividades que trabajan en extensión ponen muy poco énfasis en el fortalecimiento de las organizaciones de productores y esto a su vez incide en la sostenibilidad del proceso de extensión.

MODALIDADES ACTUALES DE TRABAJO

Los proyectos, ONGs, empresas y demás grupos que trabajan en extensión usan diferentes modalidades de trabajo, que van desde los modelos tradicionales de extensión, hasta modelos participativos. Se ha tratado de agrupar las diferentes modalidades de trabajo utilizadas partiendo desde modelos mas tradicionales hasta conceptos innovativos.

Se entiende por un modelo tradicional a aquel que parte del principio de extender un conocimiento sin importar la recepción por parte del usuario. En este tipo de modelo importa la cantidad y no el impacto.

Este modelo evolucionó para involucrar al productor en la toma de decisiones, pero aquí también hay diferencias respecto al apoyo que se da a la organización de productores.

1. Modelo Difusionista Asistencialista

Este es usado por la gran mayoría de ONGs, por las empresas privadas y por los Fondos Rotatorios. Se basa en el supuesto que la tecnología a difundir es mejor que la tradicional. En este modelo no hay retro alimentación desde los productores tampoco se enfatiza la organización de productores. La difusión de una tecnología básicamente se basa en los siguientes aspectos:

a. Interés comercial de una empresa privada
b. Interés político en el caso del sector público o de ONGs.

Este tipo de modelo es útil en el caso de promover insumos hacia agricultores que tienen recursos para pagarlos. En este tipo de modelos el asistencialismo es común. Los intereses en promover tecnologías ya sea con fines comerciales o con fines políticos llevan a las instituciones a promover acciones asistenciales con la finalidad de lograr sus objetivos. Como el objetivo final de estos modelos no es necesariamente elevar el nivel de vida de los productores, estos terminan volviéndose dependientes de una tecnología en el caso de una empresa comercial, forman parte de una estadística en el caso de algún proyecto de impacto al corto plazo, o reciben algún tipo de doctrina política o religiosa en el caso algunas ONGs. Este tipo de modelos no fortalece la organización de los productores no tiene un enfoque de manejo de recursos naturales y menos aún de sostenibilidad.

2. Modelo Participativo

Este modelo parte de la identificación de las necesidades por parte de los mismos productores y de una priorización de actividades en forma conjunta entre los productores y la institución.

Además ambas partes asumen compromisos de trabajo y hasta financieros. Este modelo es usado por PRONAMACHCS y por algunas ONGs como CARE.

En este modelo, se trabaja más en función de las necesidades de los productores y se toma en cuenta su opinión para el diseño y uso de alternativas tecnológicas. Este tipo de modelos es útil en el caso de pequeños productores a nivel de subsistencia. En este tipo de modelo no se excluye el asistencialismo y la contribución de los productores en las actividades es por lo general en especie.

La principal desventaja de este modelo es que el productor a pesar de su participación, no tiene un sentido real de propiedad de las actividades, pues al no contribuir económicamente en ellas, no se siente comprometido. Este tipo de modelo tampoco considera actividades de apoyo a la organización de productores.

3. Modelo Orientado a la Demanda

Este modelo es utilizado por los proyectos FEAS y MARENASS. Se basa en el principio de financiar contratos de apoyo entre productores organizados e instituciones proveedoras de servicios. Se busca que los productores vayan financiando las actividades de forma gradual y para esto se establecen formas de pago graduales de los productores llamadas matrices de co-financiamiento.

Al participar en el financiamiento de las actividades, los productores adquieren sentido de propiedad sobre el proyecto. Sin embargo, en agricultores con poco nivel de organización es difícil que estos identifiquen sus necesidades al largo plazo y este tipo de modelos puede convertirse en conjuntos de actividades tendientes a solucionar problemas al corto plazo sin tener en cuenta la sostenibilidad de las actividades.

4. Modelo de Gestión Empresarial

En este modelo, la ventaja radica en que la empresa tiene una necesidad de parte de los productores y puede ser ventajoso siempre y cuando contribuya a fortalecer la organización de los productores. Cuando la operación es rentable, la empresa asume los costos de operación y esto beneficia a los productores.

LA EXTENSIÓN AGRARIA

La extensión agraria se asienta en un proceso participativo de intervención, de comunicación, de carácter educativo no formal y que apunta a transformar la realidad. El objetivo consiste en alcanzar un modelo de desarrollo socialmente equitativo y ambientalmente sostenible, adoptando los principios teóricos de la agroecología como criterio para el desarrollo y la selección de las soluciones más adecuadas y compatibles con las condiciones específicas de cada agroecosistema y del sistema cultural de las personas implicadas en su manejo.
Los valores juegan un importante papel pues a través de éstos, los conocimientos y las aptitudes pueden transformarse en actitudes y acciones, elementos claves en la educación agraria. En las técnicas de los profesionales del agro y las experiencias prácticas de los productores son manifestaciones culturales, la intervención de los agentes debe respetar los conocimientos y las culturas locales, interpretando el proceso a través del cual el hombre ha coevolucionado con su medio ambiente.

EL EXTENSIONISTA AGRARIO

Indudablemente que ser extensionista no es nada fácil, para ello se requiere de destrezas, habilidades y de un amplio conocimiento dentro de su campo y afines a ella; por que al llegar al productor se requiere tener sencillez, amabilidad, ser atento, ponerse a la altura del “cliente productor”, entendiéndolo, sabiéndolo escuchar y hacer un diálogo fluido de doble sentido, además de compartir la mesa cuando las circunstancias lo requieran. Siempre debemos tener en cuenta que estamos tratando con personas mayores y/o adultas.

Ignorar al agricultor o productor es un gran error, por que de sus experiencias se puede aprender y rescatar muchas habilidades y cualidades técnicas, de allí el fracaso de muchos programas de desarrollo que en la mayoría de las veces sus técnicos no valoran las experiencias del campo, la idiosincrasia de ellos, lo que debemos de hacer es tratar de darle siempre la razón a nuestros productores, recordando aquella frase muy popular que dice: “el cliente siempre tiene la razón” y esta frase debemos de trabajarlo con mucho cuidado tejiendo o hilando muy fino, para ganarnos la confianza de ellos y luego poder incursionar exitosamente con los paquetes tecnológicos propuestas por la empresa. Recuerda que el agricultor es muy importante para nosotros y es nuestro amigo, si desde ese ángulo vemos a los productores estamos seguros que podremos tener éxito en lo que nos proponemos, mejorar la tecnología del cultivo de cacao y con ello incrementar los volúmenes de producción y la calidad del cultivo.

La Extensión rural no es sólo una simple visita técnica, es más que ella, por que el extensionista en la mayoría de los casos se convierte en un “confidente técnico” del productor al consultarle éste por sus otros cultivos, por sus animales y muchas veces solicita hasta consejos personales y/o familiares, es aquí donde se juega un papel importante sabiéndolo escuchar y entendiéndolo más no evadir éstos tipos de diálogo por que fortalecen nuestra misión, si no estamos en condiciones de responder algunas de sus inquietudes nunca le digan NO al productor, si no que tienen que indagarlo y que en la próxima vez, que debe ser lo más cercano posible, tendrán una respuesta a esas inquietudes.

Siempre debemos cumplir con lo que prometemos y para esto debemos tener mucho cuidado con nuestro diálogo y hablar por hablar solamente para ganarnos la confianza y amistad del productor ofreciendo cosas que no están a nuestro alcance es un peligro para nuestro propósito.

¿Cómo la extensión puede facilitar un proceso de cambio en los productores?

* Contribuir a esclarecer la naturaleza y el alcance de los problemas ambientales para ayudar a los productores a alcanzar una visión cada vez más crítica de su realidad agraria.
* Generar información y difundirla entre la opinión pública, a fin de que se establezcan consensos a partir de la pluralidad de opciones disponibles.
* Asistir al análisis integral y a la superación de los conflictos que se inscriben en la dimensión agraria.
* Corregir prácticas productivas y socioculturales que afectan la sustentabilidad del desarrollo; inducir al cumplimiento del marco jurídico agrario.

La acción del extensionista demanda distintos procesos de intervención técnica y no técnica, y de una amplitud de criterios para comprender y establecer las relaciones entre la agricultura y la comunidad. Entre sus tareas, se destaca la comprensión y la transmisión al productor de fenómenos complejos de manera de lograr una agricultura realmente sustentable que acompañe los ciclos naturales, para lograr una administración compatible de agrotóxicos, de fertilizantes químicos.

La extensión contribuye a la generación de actitudes responsables frente al agro. Esto es parte de la tarea formadora que va más allá de los límites formales en tanto promueve la movilización de los productores para que, a partir de sus conocimientos y experiencias, ayuden al desarrollo de su comunidad. En tal sentido, las condiciones agrarias son el resultado de opciones productivas, sociales, políticas, económicas y tecnológicas y no sólo de factores físicos.

jueves, 28 de junio de 2007

NUEVAS ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE: PARTICIPACIÓN POPULAR, AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA Y REGENERACIÓN AMBIENTAL


Alumnos de la Facultad de Agronomía - UNAS
Ingº. FERNANDO S. GONZALES HUIMAN
DOCENTE DE LA FACULTAD DE AGRONOMÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA, TINGO MARÍA-PERÚ
http://fgonzaleshuiman.blogspot.com/

http://fsghinvestigacion.blogspot.com
http://fsghturismo.blogspot.com
e mail: fsgh_dito@yahoo.es fsghdito@gmail.com

"ciertas sociedades, traumatizadas por los choques políticos, económicos y ecológicos, necesitan catalizadores para recuperar sus capacidades organizativas y creativas."
Ben Abdallah y Engelhard (1993)

La economía dual de hoy en día es un anacronismo. Mientras la internacionalización promete ahora más que nunca mayores ganancias para el capital, las contradicciones creadas por el empobrecimiento están provocando una intensa y amplia rebelión en muchas partes. En este ensayo se ha trazado la expansión internacional del capital, y la manera en que integra a los recursos y a la gente a un sistema polarizado de gran riqueza acompañado por pobreza y despojo. La expansión ha creado vastas áreas desforestadas, sin posibilidades de ser cultivadas, junto con importantes grupos de gente viviendo en condiciones precarias en las áreas rurales o en las marginales urbanas; este desperdicio de recursos naturales y humanos impone una pesada carga a la sociedad, no sólo en términos de oportunidades perdidas, sino también por los costos del manejo de las tareas de control social.

A. LA SOSTENIBILIDAD
El desarrollo sostenible se ha convertido en un poderoso y controvertido tema, creando metas que parecen imposibles para los políticos y los funcionarios de las instituciones del desarrollo. Ahora todos formulan sus propuestas para el cambio en términos de su contribución a la "sostenibilidad". Existe un reconocimiento amplio de que no se pueden generalizar los niveles actuales de consumo de recursos per cápita en los países ricos a la gente que vive en el resto del mundo; muchos añaden que los niveles actuales de consumo no pueden ser mantenidos, aun entre aquellos grupos que ahora disfrutan de elevados niveles de consumo material. En este nuevo discurso, los recursos que nos rodean no sólo son el capital natural heredado, incluyendo las materias primas (tales como productos del suelo, del subsuelo, buena calidad del agua y el aire, bosques, océanos y tierras húmedas), sino también la capacidad de la tierra para absorber los desperdicios generados por nuestros sistemas productivos; por supuesto, el análisis de los recursos también incluye consideraciones sobre la calidad de los ambientes construidos en los cuales vivimos y trabajamos.

El interés en la sostenibilidad se ha globalizado, reflejando el miedo generalizado al deterioro de la calidad de la vida. Los sistemas productivos y los patrones de consumo existentes amenazan la continuidad de nuestras organizaciones sociales. Los patrones actuales de desarrollo son injustos y antidemocráticos; como reacción surge el espectro de la desintegración de los sistemas actuales, social, político, productivo y aun los de riqueza personal. Una estructura diferente, más acorde con las posibilidades de la tierra para mantener y reproducir la vida, debe reemplazarlos.

Para abordar a las cuestiones de sostenibilidad, debemos entonces confrontar los dilemas fundamentales que enfrentan las instituciones del desarrollo. Aunque los enfoques de la difusión del progreso económico por goteo enriquecen a algunos y estimulan el crecimiento en economías y sectores "modernos" dentro de las sociedades tradicionales, éstos no responden a las necesidades de la mayor parte de la gente. Aún más, contribuyen a agotar las reservas mundiales de riqueza natural y al deterioro de la calidad de nuestro ambiente natural.

Así, descubrimos que en las condiciones presentes, la misma acumulación de riqueza crea pobreza. Si los pobres sobreviven en condiciones infrahumanas y son forzados a contribuir a la degradación ambiental, lo hacen por falta de alternativas. Aún en el más pobre de los países, los abismos sociales no sólo evitan que los recursos se utilicen para mejorar la situación, sino que realmente agravan el daño, sacando a la gente de sus comunidades y negándole las oportunidades para proyectar sus propias soluciones. Por esta razón, la búsqueda de la sostenibilidad implica una estrategia dual moderna: por una parte, debe facilitar a la gente el fortalecimiento de sus propias organizaciones, o la creación de nuevas, utilizando sus recursos relativamente magros en la búsqueda de una alternativa y de una resolución autónoma de sus problemas. Por otra parte, una estrategia de desarrollo sostenible debe contribuir al surgimiento de un nuevo pacto social, cimentado en el reconocimiento de que son esenciales la erradicación de la pobreza y la incorporación democrática de los desamparados dentro de una estructura productiva más diversificada.

La sostenibilidad no es "simplemente" un asunto del ambiente, de justicia social y de desarrollo. También se trata de la gente y de nuestra sobrevivencia como individuos y culturas. De manera más significativa, la pregunta es si los diversos grupos de gente continuarán sobreviviendo y de qué manera. De hecho, la nueva literatura sobre el movimiento hacia la sostenibilidad, celebra a los diversos grupos que han adaptado exitosamente sus herencias culturales, sus formas especiales de organización social y productiva y sus tradiciones específicas de relacionarse con sus ambientes naturales.

La sostenibilidad es entonces acerca de una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones. Las campañas internacionales para conservar el germoplasma, proteger las especies en peligro de extinción y crear reservas de la biosfera están multiplicándose como reacción a la expansión de un modelo ofensivo; pero las comunidades y sus miembros se sienten fuertemente presionados, luchan contra fuerzas externas poderosas para defender su individualidad, sus derechos y sus habilidades para sobrevivir, mientras tratan de satisfacer sus necesidades. El interés por la biodiversidad, en su sentido más amplio, abarca no sólo la flora y la fauna amenazadas, sino también la supervivencia de estas comunidades humanas como administradoras del ambiente y como productoras.

La internacionalización ha obstaculizado este movimiento hacia la diversidad. Los poderosos grupos que modelan la economía del mundo (corporaciones trasnacionales, instituciones financieras y poderes locales influyentes, entre otros) hacen lo posible para romper estos intentos individuales o regionales, moldeándonos dentro de grupos sociales más homogéneos y tratables. Ellos querrán colocarnos, cual piezas de ajedrez, como soportes de la actual estructura de desigualdad, comprometiéndonos con empleos productivos; y, para aquellos con suficiente suerte, con ingresos suficientes para llegar a ser consumidores.

B. REVISIÓN DE LA LITERATURA
En contraste con las teorías generalizadas sobre el proceso de desarrollo o los modelos sofisticados de crecimiento económico, la literatura sobre el desarrollo sostenible ofrece una mezcla de loables principios éticos, manuales de organización e instrumentación, prácticas y estudios muy concretos de éxitos y fracasos. En esta sección, ofrecemos una rápida revisión de algunos de los enfoques generales y soluciones características de esta literatura, que pueden adecuadarse a varias regiones y problemas. Más que un intento por analizar todas las corrientes, pretendemos comunicar el sentir de la discusión y las direcciones para el trabajo futuro; demostrar que el desarrollo sostenible es una idea "cuyo tiempo ha llegado"; su instrumentación requiere enfrentar directamente no sólo los intereses de la minoría rica, sino el paquete de consumo que actualmente está definiendo la calidad de nuestras vidas. Este es el reto real que enfrentamos hoy.

La sostenibilidad es un proceso más que un conjunto de metas bien específicas. Implica la modificación de un proceso en la naturaleza, la economía y la sociedad. Se pone más de moda conforme la gente descubre que el crecimiento de la producción ó aún de la riqueza nacional no garantiza la mejora de los niveles y la calidad de vida; pero los retos de la protección ambiental son quizá la fuerza más inmediata que hace tan importante la discusión. Hay cuestiones éticas fundamentales sobre la sostenibilidad de una estructura global que perpetúa altos grados de desigualdad internacional mientras trabaja con las comunidades rurales con pocas oportunidades de satisfacer sus necesidades más básicas. Estas cuestiones globales van más allá del alcance de este documento, el cual se centra en estrategias para promover un mayor grado de sostenibilidad en el desarrollo rural. Pero en un esfuerzo por tener éxito, contribuirá a la modificación de los programas de desarrollo nacional que llevan a una participación popular mayor en su diseño e instrumentación.

Una estrategia para promover la sostenibilidad debe enfocarse en la importancia de la participación local y en la revisión de la forma en que la gente vive y trabaja. La cuestión de la autonomía y la autarquía locales o regionales es una parte importante de cualquier discusión sobre la integración nacional o internacional. Los asuntos sobre la autonomía versus la cooperación y la coordinación están mucho más relacionados con otros que tienen que ver con la autosuficiencia versus la especialización internacional. Hasta ahora, nuestro análisis de la sostenibilidad está en el extremo opuesto a las recetas de las reformas neoliberales. Pero aun así, los defensores de la sostenibilidad reconocen que las elecciones no son tan simples: los productos y las tecnologías industriales no serán rechazadas simplemente porque implican control jerárquico y trabajo enajenado. La respuesta debe ser reflexiva y confrontar las realidades de una sociedad global urbanizada en crisis, en la cual algunas naciones son incapaces de ofrecer a sus ciudadanos los medios para resolver sus necesidades más elementales, mientras que, al mismo tiempo, otros se enriquecen saqueando los tesoros de la naturaleza. En seguida revisaremos brevemente algunas de las estrategias propuestas para promover el desarrollo sostenible en diferentes contextos.

AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA: LA RELACIÓN ENTRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO

El primer asunto que debe ser tratado claramente es la autosuficiencia versus la integración. El sistema actual de comercio global promueve la especialización basada en los sistemas de monocultivo. La sostenibilidad no necesita ser equivalente a la autarquía o el aislamiento; sí conduce a un grado de especialización mucho menor en todas las áreas de la producción y de la organización social. La autosuficiencia alimentaria surgió como una necesidad de muchas sociedades debido a la precariedad de sus sistemas internacionales de comercio; las tradiciones culinarias específicas surgieron de un conocimiento local altamente sofisticado de frutas y vegetales, hierbas y especies. Aunque la introducción de las tecnologías de la revolución verde elevó tremendamente el potencial productivo de los productores de alimentos, pronto encontramos cuán duro fue alcanzar este potencial y los altos costos sociales y ambientales que tal programa significó.

La autosuficiencia alimentaria es un objetivo controvertido que hace surgir la cuestión fundamental de la autonomía. Aunque los partidarios del desarrollo rechazan unánimemente las llamadas de una posición extrema, el compromiso mexicano de 1980 ante el Consejo Mundial de Alimentación para lograr la autosuficiencia fue ampliamente aplaudido. Hoy, la discusión se torna más compleja, pues hay acuerdo general sobre dos factores contradictorios en el debate:

1) Por un lado, la producción local de los bienes básicos que pueden ser producidos de manera más eficiente en otro lugar, es un lujo que pocas sociedades pueden sostener, si y solo si los recursos humanos y naturales no dedicados a la producción de estos bienes comerciables pueden encontrar empleo productivo dondequiera;

2) Por otra parte, una mayor producción local de alimentos básicos contribuye a elevar los niveles nutricionales y mejorar los índices de salud. En el contexto de las sociedades actuales, en el que la desigualdad y las fuerzas discriminatorias contra los pobres rurales son la norma, un mayor grado de autonomía en la provisión de la base material para un nivel adecuado de vida parece ser una parte importante de cualquier programa de sostenibilidad regional. Contribuirá a crear más empleos productivos y un interés en mejorar la administración de los recursos naturales.

En algunas partes del mundo la estrategia de la autosuficiencia constituiría un lujo dispendioso. Implicaría desviar recursos de otros usos que serían más productivos por su contribución económica, creando exportaciones que permitirían adquirir mayores volúmenes de alimentos. Pero aún en circunstancias en las que la importación al por mayor de los bienes básicos es recomendable, la gente interesada en el desarrollo sostenible cuestiona la modificación de las dietas locales que son adecuadas a las posibilidades productivas de sus regiones; hoy en día, la tendencia a desplazar a los productos tradicionales con los alimentos importados está generalizándose ocasionando graves problemas en muchas sociedades.

La autosuficiencia alimentaria, sin embargo, es sólo una faceta de una estrategia más amplia de diversificación productiva cuyos principios son en gran medida parte del movimiento hacia la sostenibilidad. Los principios de un mayor auto-abasto (en algunos trabajos en América Latina se usó la palabra autoconfianza) son fundamentales para todos los productos y servicios que una sociedad quisiera asegurarse a sí misma. Históricamente, los habitantes rurales nunca han sido "sólo" agricultores, o algo más, para tal asunto. En su lugar, las comunidades rurales se caracterizaron por la diversidad de sus actividades productivas en las que ellos se comprometen para asegurar su subsistencia; son comunidades de administradores de sistemas complejos de recursos. Fue sólo la aberración de transferir modelos de agricultura comercial a la teoría del desarrollo en el tercer mundo, lo que contribuyó a menospreciar el carácter multifacético de los sistemas locales de producción tradicional. Las estrategias del desarrollo sostenible enfrentan directamente este problema, intentando reintroducir la diversidad, conforme se aferran a los problemas de escalas apropiadas de operación y multiplicidad de productos.

La diversificación productiva tiene que relacionarse con el patrón de necesidades y recursos locales. En la medida en que la gente no esté involucrada en el diseño e instrumentación de programas que le aseguren sus propias necesidades de consumo, tendrá menos conciencia del impacto de sus demandas en el resto de la sociedad y en el ambiente. En consecuencia, el enfoque de la sostenibilidad confiere gran importancia a establecer una relación directa entre la gente que planifica la producción y aquella que determina qué niveles de consumo son posibles.

D. PARTICIPACIÓN POPULAR, JUSTICIA SOCIAL Y AUTONOMÍA
La sostenibilidad involucra la participación directa. Si existe una constante en la literatura, es el reconocimiento de que el movimiento ha surgido de las bases populares. Participan en, y mantienen a las ONGs como intermediarios que canalizan las demandas de los diversos grupos comunitarios y organizaciones cívicas que están empezando a exigir un papel creciente en el debate político nacional.

Estas demandas y las respuestas de las agencias oficiales multilaterales y nacionales son muy ilustrativas. Hay un acuerdo generalizado entre sus defensores respecto a que las políticas de desarrollo sostenible no pueden ser diseñadas o instrumentadas desde arriba. Para tener éxito requieren de la participación directa de los beneficiarios y de otros que puedan ser impactados; debe implicar más que un papel meramente de consulta. Para que tal enfoque funcione, se requiere que quienes detentan el poder se den cuenta de la necesidad de integrar a la gente dentro de las estructuras reales de poder con el fin de confrontar los problemas principales de nuestro tiempo; esto implica una redistribución del poder político y económico. Este prerrequisito es fundamental para cualquier programa de sostenibilidad, ya que la mayoría de los análisis técnicos destacan que los patrones que perpetúan estas desigualdades conducen a una mayor degradación ambiental.

En esta formulación, la sostenibilidad no versa simplemente sobre la preservación ambiental. También involucra la participación activa de la gente, para que entienda la dinámica de los sistemas naturales y oriente el rediseño de los sistemas productivos para que sean productivos, mientras conservan la capacidad del planeta para hospedar a las generaciones futuras. Es un enfoque basado en la movilización política. Quizá los aspectos más reveladores de la literatura sobre sostenibilidad son el cúmulo de ejemplos sobre la manera en que la gente puede y realiza "actos de solidaridad con el otro cuando el Estado no los está viendo" para resolver problemas comunes e iniciar experimentos creativos para la innovación social. El trabajo de Albert Hirschman ofrece ejemplos incontables de las formas en las cuales las ONGs y otros grupos de base han sido exitosos en forzar la presión para modificar proyectos económicos como parte de su propia percepción de las prioridades del desarrollo. Sin embargo, bajo circunstancias especiales, el mismo Estado podría (verse forzado a) jugar un papel creativo en el fomento o "liberación" creativa de energías participativas para promover programas de desarrollo local y justicia social que también contribuyan a mover a la sociedad en dirección a la sostenibilidad.

Para que no lleguemos a ser demasiado optimistas, mucha de la literatura muestra cómo y por qué el Estado no opera para fortalecer a los pisoteados. La difícil coyuntura de fines de los años ochenta obligó al gobierno mexicano a financiar esquemas de “desarrollo de base” a través de movilizaciones locales en comunidades dispersas por todo el país; el programa de Solidaridad fue altamente respetado por la presión internacional y las instituciones multilaterales como un programa efectivo de bienestar (y de votos), pero hizo poco por crear oportunidades productivas permanentes para los participantes, quienes rara vez pudieron continuar una vez que los programas oficiales terminaban. La copia colombiana del programa no promete ofrecer más oportunidades a los pobres. En su examen de los problemas de erosión del suelo, Blaikie va más allá para explicar cómo las señales del mercado generalmente empujan a los gobiernos hacia programas que benefician a los ricos; peor aún, gran parte de la investigación para mejorar la productividad agrícola está mal orientada, pero su crítica más general encapsula nítidamente mucha de la experiencia del desarrollo del pasado medio siglo: "el énfasis está en los bienes particulares aislados del contexto social, económico y ambiental."

En el análisis final, un programa que enfoca la sostenibilidad también tendrá que ver con la pobreza. Existe un amplio reconocimiento de que la pobreza y la destrucción ambiental van de la mano, aunque se ha puesto menos atención a los enormes problemas ambientales ocasionados por los patrones actuales de consumo de quienes tienen dinero en todo el mundo. En los próximos años, el progreso económico mismo dependerá de que los grupos de base se involucren para obligar a quien tiene más recursos a encontrar formas de control de su propio consumo (suntuoso) y en la organización de programas de desarrollo para los demás que ofrezcan progreso material a los pobres y una mejor administración de los recursos del planeta.

UNA ESTRATEGIA DE PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA PARA LA DIVERSIFICACIÓN RURAL Y EL MEJORAMIENTO PRODUCTIVO

El desarrollo sostenible es un enfoque de reorganización productiva que aprovecha las experiencias combinadas de los grupos locales de todo el mundo. Las técnicas de instrumentación varían enormemente entre regiones y ecosistemas. Un denominador común permea este trabajo: la necesidad de participación democrática efectiva en el diseño e instrumentación de los proyectos; su importancia es evidente en los títulos de algunos de los excelentes escritos sobre el tema: Ben Abdallah y Engelhard, 1993; Calderón et. al., 1992; Machado, et. al., 1993; Nuñez, 1993. Otra lección proveniente de la experiencia reciente es la importancia de crear redes que mantengan y defiendan este trabajo; sin el mutuo reforzamiento que la agrupación internacional de ONGs proporciona, las unidades individuales no serían tan efectivas en la obtención de fondos para sus proyectos, en lograr asistencia técnica para su instrumentación y en el soporte político contra los políticos e instituciones intransigentes o incrédulos, tanto locales como nacionales. Los éxitos se deben, sin embargo, no sólo a la tenacidad y sacrificio de los trabajadores comprometidos y a los participantes locales, sino también al surgimiento de una estructura de soporte, nacional e internacional, de trabajadores, campesinos, eruditos y activistas, que están deseando movilizarse para mantener los esfuerzos espontáneos o bien organizados de los grupos individuales de todo el mundo, quienes están promoviendo proyectos de participación democrática para el desarrollo sostenible. Las organizaciones están formándose, las alianzas rehaciéndose, las experiencias revaluándose; en Latinoamérica, una de las más promisorias es la RIAD (Red Interamericana de Agriculturas y Democracia, 1993), con su sede en Chile.

Sin embargo, el desarrollo sostenible, no es un enfoque que será aceptado simplemente porque "su tiempo ha llegado". La apertura de la comunidad multilateral de desarrollo a las ONGs y a otros grupos de base (incluyendo el compromiso de las organizaciones como la Fundación Interamericana en EEUU, el IICA en Costa Rica y numerosas fundaciones de Europa Occidental que mantienen esos esfuerzos), no es justamente un gesto hecho por las agencias poderosas a las más pobres; más bien, refleja el reconocimiento de que estos grupos de base han sido efectivamente movilizadores de gente y recursos para lograr mejoras palpables en los niveles de vida mientras contribuyen notablemente a proteger el ambiente. Tales victorias señalan el principio, no el fin del proceso.

Además, el reconocimiento no significa la aceptación de las metas o los principios de los grupos que conforman la comunidad del desarrollo sostenible. Como hemos acentuado repetidamente en las páginas precedentes, el modelo prevaleciente de desarrollo industrial ha creado estructuras de riqueza y poder concentrados que sistemáticamente generan problemas sociales y ambientales a escala global. En el proceso, las élites pequeñas pero poderosas han consolidado su control en muchas sociedades y otras innumerables se benefician de los frutos del modelo de consumo que el sistema ha engendrado; este es un patrón insostenible de producción y consumo, un modelo que puede hacerse más eficiente, menos contaminante, pero que al final continuará siendo inviable. Los intereses creados niegan activamente el acceso a los recursos, a las oportunidades de empleo, a los más mínimos niveles de servicios sociales para segmentos enormes de la humanidad, mientras que se desperdician cantidades exorbitantes en expresiones ostentosas de consumo para los pocos privilegiados.

Entonces, el desarrollo sostenible implica una lucha política por el control sobre el aparato productivo. Requiere de una redefinición no sólo de qué y cómo producimos, sino también de a quién le será permitido producir y para qué fines. Para las organizaciones implicadas en proyectos de desarrollo sostenible en áreas rurales, el conflicto se centrará alrededor del control de mecanismos de poder político y económico, para los campesinos, las poblaciones indígenas, las mujeres y otras minorías menos privilegiadas, y sobre el uso de los recursos. La lucha por asegurar una voz mayor en el proceso no asegurará que sus decisiones conducirán al desarrollo sostenible. Pero esa participación democrática de base creará los cimientos para la distribución más equitativa de la riqueza, uno de los principales prerrequisitos para el surgimiento de una estrategia de desarrollo sostenible.

F. LAS VARIEDADES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

1) Las regiones que quedaron atrás. La integración económica internacional no afectará a todo el mundo por igual. En el caso de NAFTA, por ejemplo, grandes segmentos de los tres países se mantendrán rezagados del progreso internacional. En alguna medida, esta gente se encuentra en regiones que tienen la oportunidad única de tomar ventaja de su status como marginada. Muchas de estas regiones están pobladas con grupos de origen indígena que todavía atesoran gran parte de la experiencia que ha sido transmitida a través de las generaciones; las investigaciones recientes en el tercer mundo sobre etnobotánica, etnobiología, agrobiología y agrosilvicultura intentan capturar algo de esta sabiduría. Este trabajo muestra que el potencial productivo de la agricultura tradicional es mucho mayor del que se obtiene comúnmente, que hay factores culturales que evitan la plena aplicación de este conocimiento (incluyendo el desdeño prevaleciente por la cultura indígena, excepto como un bien de consumo para los turistas e intelectuales excéntricos) y que algunos de nuestros descubrimientos de estos sistemas son transferibles entre culturas, así como útiles para mejorar los cultivos de los agricultores "modernos". Finalmente, conforme hemos realizado más investigaciones sobre estas prácticas y conocimientos culturales indígenas, aprendemos que los que los utilizan han comenzado a integrar los avances tecnológicos más recientes en sus prácticas tradicionales, para mejorar la productividad y reducir la cantidad de trabajo requerida para la producción.

En estas regiones, el volver a desarrollar la "economía campesina" es tanto deseable como urgente. No es simplemente un asunto de rescate de culturas antiguas, sino de tomar ventaja de una herencia cultural y productiva importante para proporcionar soluciones a los problemas de hoy y mañana. No es una cuestión de "reinventar" la economía campesina, sino de reunirla con sus propias organizaciones para esculpir espacios políticos que les permitirán ejercitar su autonomía; para definir formas en las que sus organizaciones guiarán la producción para ellos mismos y para comerciar con el resto de la sociedad. Una vez más, la identificación tecnocrática de los mecanismos productivos y la catalogación de los sistemas de conocimiento indígenas (que, por ejemplo, están ahora a la orden del día entre las corporaciones trasnacionales que buscan nuevas fuentes de germoplasma para sus avances biotecnológicos), no van a revertir la estructura de la discriminación, a menos que se acompañen de participación política efectiva.

Las regiones que han sido dejadas de lado tienen muchas oportunidades de explorar caminos a fin de utilizar sus dotaciones de recursos en formas creativas. Entre las más importantes, destacan los proyectos administrados por los grupos de las comunidades locales que comienzan a diversificar su base productiva, utilizando fuentes de energía renovable y evaluando el ambiente natural para impulsar nuevos productos o encontrar formas novedosas de adicionar valor a las tecnologías y bienes tradicionales; los proyectos mencionados en la literatura incluyen el aprovechamiento de la energía solar, geotérmica y eólica para el procesamiento de alimentos, mejorando la calidad y desarrollando sistemas que aumenten el producto de las artesanías (o comerciar con ellas de modo que demanden precios mejores), estableciendo instalaciones para la recreación y convenios institucionales que permitan a la gente de fuera obtener una apreciación de las culturas indígenas. Son grandes las oportunidades de buscar nuevas formas de organización de la base de recursos naturales; las iniciativas para instrumentar tales programas están encontrando gradualmente a quienes responden interesados en la exploración de estas y otras alternativas.

2) Los centros de biodiversidad. La comunidad científica y ambiental del mundo se ha movilizado para identificar y proteger un creciente número de áreas particularmente valoradas. Estas "reservas de la biosfera" en las selvas y montañas y los centros culturales urbanos, "patrimonio de la humanidad," son guardianes de parte de los tesoros naturales y producidos del ecosistema. Pero también son campos de batalla controvertidos donde la ciencia y la comunidad están luchando por una definición operacional de la protección ambiental y la sostenibilidad. Las líneas de batalla se dibujan con mayor claridad cuando se montan esfuerzos por crear áreas núcleo en los espacios designados como reservas de la biosfera, donde no se permite a la gente entrar; en algunos casos, la designación especial de zona protegida implica remover a los habitantes locales del área en nombre del ambiente. En una escala más general, el interés creciente por proteger las especies en peligro de extinción ha conducido a conflictos entre las poblaciones locales que han coexistido tradicionalmente con estas especies, utilizándolas en formas sostenibles, hasta que las poderosas fuerzas del mercado condujeron a tasas de exterminio que amenazaron la sobrevivencia de la flora y fauna y de las propias comunidades humanas.

Mientras no haya una solución generalizada para las necesidades y metas en conflicto de los grupos inmersos en estas regiones, el enfoque filosófico de la "sostenibilidad" ofrece algunas ideas. Una propuesta prometedora sugiere la creación de "reservas campesinas de la biosfera" o "clubes de restauración del vecindario" en los cuales las comunidades locales son animadas a continuar viviendo dentro de la región, ahorrando recursos. A cambio, el "mundo exterior" aceptaría la obligación de asegurar que la comunidad disfrute de una calidad socialmente aceptada de vida con oportunidades económicas similares a las de otros grupos y la participación política plena a todos los niveles.

DESARROLLO AUTÓNOMO: UNA ESTRATEGIA PARA LA SOSTENIBILIDAD

El desarrollo sostenible no es consistente con la expansión de la agricultura comercial "moderna". La producción especializada basada en el uso de maquinaria y/o agroquímicos que surgió del enfoque tecnológico de la revolución verde, ha producido un enorme caudal de alimentos y otros productos primarios; sin embargo, los costos sociales y ambientales son demasiados altos. El desarrollo rural comercializado ha traído en su estela la progresiva marginación de las poblaciones campesinas e indígenas.

La integración global está creando oportunidades para algunos y pesadillas para muchos. La producción doméstica se está ajustando a las señales del mercado internacional, respondiendo a las demandas del exterior e importando aquellos bienes que pueden ser adquiridos más baratos en cualquier otro lugar. La expansión urbano-industrial ha creado polos de atracción para la gente y sus actividades que no pueden ser absorbidos productiva o saludablemente. Las ciudades perdidas y los deteriorados vecindarios albergan a quienes buscan empleos marginales, mientras los gobiernos locales están abrumados por las tareas imposibles de administrar estas áreas infernales con presupuestos inadecuados. Al mismo tiempo, las comunidades campesinas están siendo desmembradas, y sus residentes forzados a emigrar y abandonar los sistemas tradicionales de producción. Ellos también han dejado de ser buenos administradores de los ecosistemas de los cuales son parte.

En esta yuxtaposición de ganadores y perdedores, debe considerarse una nueva estrategia de desarrollo rural: una estrategia que revalorice la contribución de la producción tradicional. En la economía global, la vasta mayoría de productores rurales del tercer mundo no puede competir en los mercados internacionales con productos alimentarios básicos y otros primarios: la tecnología y financiamiento de los productores en las naciones ricas puede combinarse con la necesidad política de exportar sus excedentes para bajar los precios internacionales, con frecuencia por debajo de los costos reales de producción en el tercer mundo, especialmente si estos agricultores fueran a recibir un salario competitivo. Sus productos tradicionales no podrían comercializarse fuera de las mismas comunidades pobres.

Los productores rurales marginados ofrecen una promesa importante: si se fomenta su producción, pueden sostenerse por sí mismos y hacer contribuciones importantes al resto de la sociedad. En contraste, si prevalecen las políticas rurales que los países del tercer mundo definen como “eficiencia” por el criterio del mercado internacional, basadas en la estructura política y tecnológica de las naciones industrializadas, los campesinos serán arrebatados de sus campos de siembra tradicionales y las importaciones de alimentos comenzarán a competir fuertemente por las divisas, desplazando a los bienes de capital y otras prioridades nacionales, como ha pasado en muchos países. El enfoque sugerido por la búsqueda de sostenibilidad y participación popular tiene el fin de crear mecanismos dondequiera que las comunidades campesinas e indígenas encuentren apoyo para continuar cultivando sus propias regiones. Aún con el criterio estricto de la economía neoclásica, este enfoque no debe ser descartado como un proteccionismo ineficiente, ya que la mayoría de los recursos implicados en este proceso tendrían poco o ningún costo de oportunidad para toda la sociedad; este es un elemento crucial. Muchos analistas descartan a los productores campesinos por trabajar a una escala demasiado pequeña y con muy pocos recursos para ser eficientes. Mientras sea posible y aun necesario promover un incremento en la productividad, consistente con una estrategia de producción sostenible, como la definen los agroecólogos, la propuesta de animarlos para mantenerse como miembros productivos de sus comunidades debería ser instrumentada bajo las condiciones existentes.

En gran parte de Latinoamérica, si los campesinos cesaran de producir los cultivos básicos, las tierras e insumos no serían simplemente transferidos a otros para la producción comercial. Los bajos costos de oportunidad de la producción primaria en las regiones campesinas e indígenas derivan de la falta de empleos productivos alternativos para la gente y las tierras de este sector. Aunque la gente generalmente tiene que buscar ingresos en el "sector informal", su contribución al producto nacional sería magro. La diferencia entre el criterio social para evaluar el costo de este estilo de producción y la valoración del mercado está basada en la determinación de los sacrificios que la sociedad haría para tomar una u otra opción. La base teórica para este enfoque vuelve como punto de partida al ensayo inicial de W. Arthur Lewis (1961) y estudios posteriores que encuentran su última expresión en la demanda de un enfoque "neoestructuralista" para el desarrollo de Latinoamérica (Sunkel 1993).

Por ello, proponemos la formalización de una economía autónoma. Reconociendo la permanencia de una sociedad drásticamente estratificada, el país estará en mejor posición para diseñar políticas que reconozcan y tomen ventaja de estas diferencias a fin de mejorar el bienestar de los grupos de ambos sectores. Una estrategia que refuerce a las comunidades rurales, un medio para hacer posible la diversificación, hará que el manejo del crecimiento sea fácil en aquellas áreas que desarrollan lazos con la economía internacional. Pero más importante es que tal estrategia ofrece una oportunidad para que la sociedad confronte activamente los cambios del manejo del ambiente y la conservación de una manera significativa, con un grupo de gente calificado de manera única para tales actividades.

La economía política de la autonomía económica no es nueva. A diferencia del modelo actual que permea todas nuestras sociedades, confrontando a ricos y pobres, la propuesta pide la creación de estructuras de modo que un segmento de la sociedad que elige vivir en las áreas rurales encuentre apoyo en el resto de la nación para instrumentar un programa alternativo de desarrollo regional. Este modelo de autonomía comienza con la base heredada de la producción rural, mejorando la productividad mediante el uso de la agroecología. También implica la incorporación de nuevas actividades que se construyan sobre la base cultural y de recursos de la comunidad y de la región para su desarrollo posterior. Requiere respuestas muy específicas al problema general y, en consecuencia, depende fuertemente de la participación local para su diseño e instrumentación. Mientras los planes generales son ampliamente discutidos, los específicos requieren programas bien definidos de inversión de los productores directos y sus socios.

Lo que es nuevo es la introducción de una estrategia explícita de fortalecimiento de la base social y económica para una estructura que permite a estos grupos mayor autonomía. Mediante el reconocimiento y fomento para que los grupos marginales creen una alternativa que les ofrezca mejores perspectivas para su propio desarrollo, la propuesta de la economía autónoma podría mal interpretarse como una nueva encarnación de la "guerra (norteamericana) contra la pobreza" o el enfoque peruano de "solidaridad" para aliviar los efectos más negativos de la marginalidad. Esto sería un gran error; no se trata de una simple transferencia de recursos para compensar a los grupos atrasados por su pobreza, sino un conjunto integrado de proyectos productivos que ofrezca a las comunidades rurales la oportunidad de generar bienes y servicios que contribuyan a elevar sus estándares de vida y los de sus conciudadanos, mientras mejoran el ambiente en el que viven.




viernes, 1 de junio de 2007

TEST DE ENZIMAS

Ingº. Fernando S. Gonzáles Huiman
DOCENTE DE LA FACULTAD DE AGRONOMÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA,
TINGO MARIA-PERÚ.

fsgh_dito@yahoo.es
fsghdito@gmail.com
CONTESTE CORRECTAMENTE LO SIGUIENTE:
A) Falso o verdadero
_____1) Los únicos catalizadores biológicos son las proteínas llamadas enzimas
_____2)Todas las enzimas requieren cofactores tales como el FAD y la coenzima - A
_____3) Una enzima que cataliza la adición de un grupo fosforil a la glucosa probablemente no cataliza la misma reacción para el glicerol
_____4) Cualquier forma de contacto entre una enzima y su sustrato causara la reacción
_____5) La formación de un complejo enzima sustrato es una hipótesis no comprobada
_____6) Una reacción multisustrato catalizada por enzimas en la cual un producto es liberado antes de que todos los sustratos se hallan ligado a la enzima es un ejemplo de mecanismo cinético secuencial
_____7) Valores KM y Vmax pueden determinarse gráficamente en forma óptima a partir de graficar la velocidad inicial V0 contra la concentración del sustrato (S) este tipo de grafica se conoce como la de Michaelis Menten
_____8) A mayor valor de KM, mayor afinidad de una enzima por su sustrato
_____9) Los valores KM de las enzimas por sus sustratos son usualmente levemente mayores que las concentraciones intracelulares de sus sustratos
_____10) Una gráfica de datos cinéticos V0 (S) que produce una curva sigmoide nos indica la ocurrencia de interacciones cooperativas entre las subunidades de la enzima
_____11) Enzimas reguladoras son proteínas oligomericas que catalizan reacciones en un dado paso en una ruta
_____12) Los inhibidores irreversibles de las enzimas forman ligaduras covalentes con cadenas laterales de los sitios activos de los residuos de las enzimas

RESPUESTAS CORTAS
1.- La región de una molécula enzimática con la cual el sustrato debe interactuar para que la catálisis ocurra se denomina el_______________________________________
2.- Las especies formadas de corta vida cuando la enzima y el sustrato inicialmente interactúan es el________________________________________________________
3.- Las enzimas que catalizan la conversión de una molécula en su isomero estructural pertenecen a la categoría IUMBM __________________________
4.- El número de eventos catalíticos catalizados por segundo por cada molécula de enzima (o por sitio activo) es denominado el_________________________________
5.- La proporción Kcat/KM es denominado__________________________________
y es una medida del_____________________________________________________
6.- Algunas enzimas están sujetas a un control de por la visión y remoción de grupos fosfatos. Esta se denomina una regulación por__________________________________________________________________
7.- Debido a su estructura un inhibidor______________________ se liga en el sitio activo de una enzima
8.- Un inhibidor que no altera el KM de una enzima es un inhibidor______________
9.- Un inhibidor que altera tanto el KM y el Vmax de un sistema enzimático es un inhibidor_____________________________________________________________
10.- La inhibición de una enzima reguladora por el producto de la ruta es una inhibición _______________________________
11.- Los sitios donde los moduladores alostericos se ligan a las enzimas son denominados__________________________________
12.- Una enzima accesoria que cataliza la sustitución covalente de una enzima intercomvertible causando su cambio de una conformación a otra es denominada un/una___________________________________

Marque o encierre con un círculo la letra de la alternativa correcta:
1. Uma enzima completa está constituída por:
a. Holoenzima + Coenzima b. Apoenzima + Coenzima
c. Holoenzima + Apoenzima d. Enzima + Coenzima

2. Básicamente las enzimas están formadas por lo siguientes elementos:
a. C, H , O N , P , S b. C, H , O N , P , K c. C, H , O N , S, Ca
d. C, H , O N , Mg e. C, H , O N , S

3. El Ni es un ión activador de la enzima:
a. Arginasa b. Citromoasas c. Nitrogenasas d. Rubisco e. Ureasa

4. El grupo de enzimas que degradan o sintetizan enlaces fuertes con aporte de ATP son las:
a. Liasas b. Isomerasas c. Hidrolasas d. Ligasas e. Transferasas

5. En las enzimas son muy comunes los problemas de:
a. Precipitación b. Viscosidad c. Histéresis d. Acidez e. Difusión

6. El Mg es un ión activador de la enzima:
a. Arginasa b. Citromoasas c. Nitrogenasas d. Rubisco e. Ureasa

7. El grupo de enzimas que transforman polímeros en monómeros son las:
a. Liasas b. Isomerasas c. Hidrolasas d. Ligasas e. Transferasas

8. En las enzimas son muy comunes los problemas de:
a. Precipitación b. Viscosidad c. Histéresis d. Acidez e. Difusión

Diga si es verdadera (V) o falso (F) los siguientes enunciados

1. El N participa en las estructuras moleculares de las coenzimas ( )
2. El Zn participa como activador de la enzima anhidrasa carbónico ( )
3. Las coenzimas participan en la acción enzimática aportando NADH ( )
4. Las reacciones enzimáticas se producen cuando existe energía de activación ( )
5. Los activadores enzimáticos aceleran las reacciones enzimáticas ( )
6. Los inhibidores no competitivos se caracterizan por que aumentan la concentración de los substratos donde actúan las enzimas ( )
7. Los activadores enzimáticos se unen al centro regulador de las enzimas, cambiando la configuración del centro activo para producir la catálisis enzimática ( )
8. Los inhibidores competitivos pueden reducirse o contrarrestar su acción aumentando la concentración del substrato ( ).
9. El Cu es componente de las enzimas del ácido ascórbico ( )
10. El Mo participa en la fijación del N atmosférico por parte de la planta ( )
11. El Mo participa en el metabolismo del P ( )
12. El Zn participa en la biosíntesis de las auxinas ( )
13. Las coenzimas participan en la acción enzimática aportando ATP ( )
14. Las enzimas disminuyen la energía de activación para que ocurran las reacciones ( )
15. Los inhibidores no competitivos se caracterizan por que aumentan la concentración de los substratos donde actúan las enzimas ( )
RECUERDE: EL QUE ESTUDIA TRIUNFA....

MAS PREGUNTAS EN http://www.fgonzaleshuiman.blogspot.com

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FOTOSINTESIS SIN CLOROFILA Y LAS PLANTAS ROJAS

INGº. FERNANDO S. GONZALES HUIMAN
DOCENTE DE LA FACULTAD DE AGRONOMIA
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA, TINGO MARIA-PERÚ
Otro enlace:






FOTOSINTESIS SIN CLOROFILA


Ocurre en las halobacterias, que son organismos unicelulares en forma de bastones muy parecidas a la Escherichia coli. Estos organismos viven en aguas muy saladas y obtienen su energía oxidando las moléculas orgánicas en presencia de oxígeno (organismo aerobio). Sin embargo, presentan en sus membranas celulares manchones púrpuras que realizan fotosíntesis como un mecanismo alternativo para obtener la energía cuando el oxígeno externo escasea mucho.

Lo más curioso es que el pigmento púrpura que se encuentra en las halobacterias no es una forma de clorofila, como en todos los organismos fotosintéticos sino que es retinal. En los vertebrados el retinal se produce por oxidación de la vitamina A y es el pigmento visual del ojo de estos organismos superiores. De ahí que surga una pregunta obligada ¿Qué relación tienen estos manchones púrpuras en organismos tan simples con los complejos mecanismos que desencadenan la visión humana?

¿Cómo ocurre?

Al igual que en las plantas con clorofila el pigmento no actúa sólo. La molécula de retinal se une a proteínas de la membrana celular y forma un complejo llamado bacteriorrodopsina. Cuando este complejo se "excita" la energía liberada bombea protones hacia el exterior de la célula, gradiente que estimula la fosforilación del ADP a ATP que es la fuente de energía final para el desarrollo del organismo.




LAS PLANTAS ROJAS


Las plantas con esta coloración dan un toque de color diferente que rompe con el verde predominante del acuario plantado, Existe afortunadamente una relativa abundancia de plantas rojas, las cuales podemos encontrar en diferentes guías de plantas, por lo tanto lo único que debemos hacer es mirar alguna que se amolde a nuestras condiciones. Las plantas de color rojo tienen unas exigencias que debemos suplir si queremos verla realmente de este color y sanas, es importante mencionar que algunas de ellas no son la planta ideal para aquel principiante que no tiene experiencia con acuarios plantados. En general las plantas rojas necesitan mayor cantidad de luz, generalmente se dice que no podemos pretender tener plantas de coloración roja con menos de 0.5 w/l, incluso para la mayoría de ellas esa cantidad es escasa.

El color rojo se debe a un pigmento no fotosintético llamado antocianina, el cual no contiene hierro ni ningún otro metal, por lo que el contenido de hierro del agua no influye en el color de la planta, contrario a lo que mucha gente piensa y a lo que en muchos sitios esta descrito. A diferencia del resto de pigmentos, la antocianina no se encuentra en los cloroplastos sino en el citosol. Absorbe con gran eficacia la luz de la región ultravioleta, se piensa que actúa como protector solar para la planta, pues las plantas de coloración rojiza son originarias de zonas donde la iluminación es intensa y sin este pigmento se dañarían. Digamos que actúa como un escudo de rayos UV. Esto nos da una idea de la gran cantidad de luz que necesitan estas plantas. Ante una exposición a una luz intensa, se produce acumulo de este pigmento y la planta mostrara un color rojizo, pero si la luz es escasa, la planta no necesitara acumular antocianinas y las hojas mostraran un color verde.

martes, 20 de marzo de 2007

EL AVANCE DE LA AGRICULTURA SOSTENIBLE EN AMERICA LATINA

Camino rural en el valle del Alto Huallaga, Tingo María-Perú
ING. M.Sc. FERNANDO S. GONZALES HUIMAN
DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA, TINGO MARÍA-PERÚ.

Este artículo examina hasta donde ha avanzado América Latina en su búsqueda de una agricultura más sostenible, y algunos factores que explican ese grado de avance. Se pretende sacar un balance global de cuanto hemos recorrido, cuáles son los obstáculos en el camino y hasta donde es realista pensar llegar. Por agricultura sostenible se entiende una agricultura que permite alimentar y vestir a toda la población a un costo razonable, ofrecer un nivel de vida aceptable para los que depende del sector y degradar poco la base de los recursos naturales.

Este artículo concluye que, en términos globales, el avance hacia agricultura más sostenible ha sido mínimo. Sin embargo, ese panorama general esconde el hecho que se ha progresado bastante en temas y lugares específicos.

Este documento esta dividido en seis secciones. La primera analiza los cambios generales en cuanto a la seguridad alimentaria de la población y los ingresos de la población rural. La segunda examina las tendencias generales en cuanto a al degradación de los recursos naturales relacionados con la agricultura. La tercera cuarta y quinta analizan el avance de la agricultura sostenible en cuanto a las políticas, las instituciones y la tecnología respectivamente, y la sexta presenta algunas conclusiones finales.
SECCION I:
La seguridad alimentaria y los ingresos de la población rural

El comportamiento global del sector agropecuario en América Latina en las últimas décadas ha sido mediocre. Entre 1970 y 2000, la producción agropecuaria creció apenas los suficiente para mantener el mismo nivel de producción per capita de alimentos; y en los últimos cinco años, o sea más despacio que la población.

Entre 1970 y 1990, la fracción de la población que vivía en pobreza y por lo tanto tenía dificultades para satisfacer sus necesidades de alimentación y ropa, se mantuvo alrededor del 45% y el porcentaje que se consideraba indigente porque sus ingresos no le permitan comprar una canasta básica de alimentos, se redujo sólo ligeramente, de 24 a 22%. En términos absolutos, la población en la pobreza creció de 120 millones de personas a 196 millones (CEPAL, 1994).

Durante el mismo período, la proporción de la población rural que vivía en pobreza bajó de 67 al 61%, pero en términos absolutos creció de 75 al 80 millones de personas (CEPAL, 1994). La pobreza rural se concentra en el Centro y Sur de México, las laderas de Centro de América y la zona andina, el nordeste de Brasil, Haití y la República Dominicana.

El número de minifundios creció 47% entre 1980 y 1990, pasando de 7.9 millones a 11.7 millones, y el crecimiento demográfico llevó a una reducción en el tamaño promedio de las fincas (Chiriboga y Plaza, 1993). A pesar de constituir casi el 70% de las explotaciones agropecuarias, estos productores sólo controlan el 3.3% de la superficie en fincas.

Los ingresos de los agricultores han sufrido por los bajos precios internacionales par sus productos, agraviados por la depreciación de las tasas de cambio y mayor competencia con bienes importados debido a la liberalización del comercio. Los pequeños productores han perdido gran parte de su acceso a crédito bajo condiciones preferenciales y en la mayoría de los países ha habido una reducción en los salarios (FAS, 1988).

En resumen, la agricultura latinoamericana ha avanzado poco en cuanto a su capacidad de resolver los problemas de seguridad alimentaria para la población o de ingresos para la población rural. La producción per capita de alimentos y la proporción de la población que vive en pobreza ha variado poco, mientras en términos absolutos ha seguido creciendo a una alta velocidad.

Lo que es más preocupante todavía es que a corto plazo no se perfilan cambios importantes que puedan revertir estas tendencias. Los simpatizantes de los procesos de ajuste estructura y la liberalización del comercio siempre dijeron que el modelo de sustitución de importaciones tenía un marcado sesgo contra el sector agropecuario y los sectores pobres del campo y que un modelo neoliberal favorecería a esos sectores. Sin embargo no ha sido así. La apertura comercial y la devaluación de las monedas nacionales redujeron la discriminación contra el sector agropecuario, pero la combinación de los bajos precios internacionales para los productos agropecuarios, la desprotección de la producción agropecuaria para el consumo doméstico y la presencia de monopolio y oligopolios comerciales y agroindustriales ha provocado, generalmente,, un estancamiento de la situación de los productores. Además últimamente se ha revertido la tendencia general hacia la devaluación de las tasas de cambio, y eso ha perjudicado al sector agropecuario.
SECCION II:
La degradación de los recursos naturales

El concepto de recursos naturales renovables incluye; suelo, agua aire, material genético, flora y fauna. Estos recursos pueden ser degradados por sobre uso contaminación, destrucción física y por el uso de sistemas de producción que perturben el balance ecológico. Algunos de los problemas más severos de degradación de los recursos naturales ligados a la agricultura son: la erosión, acidificación, salinización, compactación y contaminación de los suelos y la lixiviación y extracción neta de sus nutrientes, la sedimentación de ríos, embalses y zonas costeras, el uso ineficiente de aguas de riego, cambios indeseados en los flujos hídricos, la contaminación del agua por agroquímicos y desechos agroindustriales, la erosión genética de cultivares y razas de animales y la pérdida de biodiversidad silvestre, la pérdida de masa boscosa, la degradación de pastos por sobre pastoreo y pisoteo, la destrucción de los depredadores naturales y de los microorganismos del suelo, la emisión del dióxido de carbón por quema de madera y de metano por ganado y arroz irrigado, la intoxicación de agricultores, obreros y consumidores por plaguicidas y la resistencia creciente de las plagas a estos plaguicidas.

Según las condiciones ecológicas y los sistemas de producción predominantes en cada región, los problemas de degradación de los recursos naturales varían. En las laderas y montañas de México, Centroamérica y los Andes los problemas centrales son erosión y degradación de pastos (CIP 1992; CIAT/IICA/CATIE/CIMMYT, 1991).

La producción intensiva de frutas, hortalizas, algodón y tabaco sufre sobre todo del uso excesivo de agroquímicos y de la compactación del suelo (Murray, 1994). En los márgenes de los bosques de la Cuenca Amazónica, Centroamérica y México la preocupación más grande es la deforestación y la degradación posterior de los suelos y los pastos (Painter y Durham, 1995). Las grandes áreas de monocultivos cereales del Cono Sur enfrentan problemas crecientes de fertilidad, plagas enfermedades y malezas ligados a la eliminación de la ganadería de los sistemas de producción y el uso inadecuado de rotaciones cultivos (Coscia, 1991, Viglizzo et al 1991). Para una fracción importante de las áreas irrigadas el factor limitante es la salinización de la tierra provocada por un manejo inadecuado del agua de riego (Millar, 1993; Umali, 1993). En muchas zonas desérticas áreas de la zona alta andina el sobrepastoreo es la causa más importante de degradación, y puede llevar a procesos de desertificación.

En los últimos treinta años ha habido un deterioro notable en la base de los recursos naturales para la agricultura, e incluso en los ritmos de deterioro. Entre 1970 y 1990, se perdieron 92 millones de has, de bosque en América latina, y la tasa de deforestación anual aumentó de 5,4 millones de has. en 1970 a 6,8 en 1990. Entre 1980 y 1990 las emisiones netas anuales de carbón generadas por cambios en el uso de la tierra en la región aumentaron de 384 millones de toneladas a 525 millones de toneladas. También se ha expandido el área de suelos erosionados, compactados y salinizados.

Muchos países usaban más plaguicidas por hectárea cultivada en 1987-89 que en 1977-79 y todos, excepto. El Salvador, usaban más fertilizantes químicos (Winograd, 1995).

Por otro lado, también existen tendencias positivas. Ha disminuido la tasa de deforestación en la amazonía brasilera y algunos países de América Central (Kaimowitz, 1955; Moran 1993). Se ha reforestado millones hectáreas de tierras erosionadas en las áreas templadas del Cono Sur con árboles de rápido crecimiento y hay millones de hectáreas sembradas con labranza de conservación. En varios países se ha reducido el uso de plaguicidas químicas. Han aparecido importantes industrias de insumos menos tóxicos y degradantes para el medioambiente como agentes biológicos para el control de plagas y biofertilizantes.

También hay decenas de miles productores que han adoptado sistemas agroecológicos, o por lo menos algunas prácticas que reducen la degradación de los recursos naturales.
SECCION III:
Avance de la agricultura sostenible en cuanto a las políticas, las instituciones y la tecnología.
1. La situación en cuanto al marco de políticas

Durante las últimas décadas, las políticas macroeconómicas y sectoriales favorecieron patrones no sostenibles de desarrollo agropecuario. Con escasas excepciones, incentivaron la concentración de la producción y el comercio en pocas manos el sobre uso de los recursos naturales y la contaminación la especialización excesiva y la pérdida de la capacidad de encontrar opciones de mediano y largo plazo.

Durante los años setenta, las políticas cambiarias y comerciales asociadas con el modelo de sustitución de importaciones en América latina discriminaron contra la agricultura. Las políticas alimentarias buscaron disminuir los precios de los alimentos básicos, producidos en gran medida por campesinos, aunque eso significara ingresos bajos para los agricultores. Eso desincentivó la inversión en la agricultura, haciendo menos rentables acciones dirigidas a cuidar los suelos, bosques y agua y perjudicó el nivel de vida de los agricultores.

Para compensar esa discriminación contra la agricultura, se subsidió el uso de la maquinaria y los agroquímicos y la expansión de la ganadería extensiva y el área regada a través del uso de crédito subsidiado, tasas de cambio sobrevaloradas políticas comerciales favorables para la importación de bienes de capital, tarifas bajas de agua y electricidad para riego e inversión publica en infraestructura, investigación, extensión y producción de semillas (Bebbington et al, 1993). Estas políticas fomentaron el uso excesivo de los plaguicidas tóxicos, el uso de fertilizantes químicos como la principal forma de mantener la fertilidad de los suelos, la conversión de bosques a pastos, los sistemas de monocultivo, una fuerte dependencia en recursos energéticos no renovables y el uso ineficiente del agua para riego.

Las políticas de subsidios tampoco favorecieron la equidad, ya que fueron las empresas de "agrobusiness" y los productores medianos y grandes quienes tuvieron mayor acceso a la subsidios. Los programas de crédito subsidiado y tecnología para los pequeños productores siempre recibían menores recursos que los programas para los grupos más fuertes. En gran medida, los campesinos sufrieron el impacto de las políticas que discriminaban contra la agricultura, pero no gozaron los beneficios de las políticas que deberían compensar dicha discriminación.

Las políticas de reforma agraria colonización y titulación de tierras típicamente consideraban el área forestal como "ociosa" y fomentaron su conversión para usos ganaderos o agrícolas. También existían incentivos fiscales para la deforestación y políticas macroeconómicas y fiscales e inversiones públicas en caminos que favorecían la especulación de tierras. Y aunque hubo iniciativas positivas de reforma agraria la mayoría de ellas fracasaron por priorizar más la conversión de los sectores reformados en clientes fieles a los gobiernos de turno, que la viabilidad económica de estos sectores.

En los últimos a{os, han disminuido los subsidios directos e indirectos para el uso d agroquímicos y para la deforestación. Entre muchos lugares han cambiado la políticas de colonización y reforma agraria en aras de disminuir la deforestación y algunos países han subido las tarifas del agua para riego o la han privatizado par hacer más eficiente su uso. En varios países se han reconocido los derechos territoriales de los grupos indígenas, las comunidades negras, quienes generalmente se han caracterizado por un uso más sostenible de sus recursos. Algunos ejemplos notables de las mejoras en políticas incluyen la eliminación de incentivos fiscales par la deforestación en la amazonía brasilera, la adopción de una política de subsidios para la agricultura en México que dejó de promover el uso ineficiente de agroquímicos o la siembra de cultivos anuales en tierras marginales, los incentivos para la reforestación y la privatización del agua de riego en Chile y las devaluaciones en Nicaragua y Honduras que desincentivaron fuertemente el uso de plaguicidas (Moran, 1993; Murray, 1994 Rosegrant y Binswanger, 1993; Secretaría de Desarrollo Social 1994).

Sin embargo, todavía no existe un marco de políticas de tasa de cambio, aranceles, crédito, comercialización, subsidios, tenencia de la tierra, información, inversión pública, normas y controles que favorezca la adopción de patrones tecnológicos más sostenibles. Muchas distorsiones que favorecen el deterioro de los recursos naturales persisten, y algunas de las medidas asociadas con los procesos de ajuste estructural y liberalización comercial, como son la promoción de las exportaciones de banano, productos agrícolas no tradicionales como frutas, hortalizas, flores y plantas ornamentales y madera extraída de bosques naturales y la liberalización de las importaciones de plaguicidas, han estimulado el uso excesivo de plaguicidas y la deforestación (Hoppin, 1991; von Amsberg, 1944). El sesgo pro-exportador de las políticas recientes también tiende a favorecer más a los grandes productores y a aumentar la vulnerabilidad de las economías.

2. La situación en cuanto al marco institucional

El marco institucional que caracterizó la agricultura latinoamericana en las décadas pasadas dista mucho de promover una agricultura sostenible. Las prioridades, estructuras organizativas, metodologías y recursos humanos respondían a los objetivos de aumentar la producción agropecuaria de corto plazo bajar los precios de los alimentos a los consumidores y establecer clientelas políticas en el campo, pero no a la búsqueda de una economía más democrática y de una relación más armoniosa entre la sociedad y la naturaleza. Además, tuvieron siempre un marcado sesgo verticalista, donde el Estado imponía las políticas con escasa participación de los sectores involucrados, sobre todo cuando se trataba de campesinos, indígenas, mujeres y agricultores de la zona marginadas.

Últimamente, ese marco institucional ha sido debilitado, pero se empiezan a perfilar apenas algunos elementos de un marco institucional alternativo. Casi han desaparecido las agencias públicas dedicadas a la comercialización de alimentos básicos y las empresas estatales productivas y han perdido presencia y recurso los organismos públicos de investigación y extensión agropecuaria, reforma agraria, crédito y riego, aún son débiles los gobiernos municipales y estatales, las agencias ambientales, las universidades, las organizaciones no gubernamentales y las organización campesinas e indígenas que podrían formar el núcleo de una nueva institucionalidad en el campo.

El sector público mismo comienza paulatinamente a cambias. Cada vez más los discursos de los jerarcas del sector reconocen de forma explícita la magnitud de la degradación de los recursos naturales y la necesidad de tomar medidas radicales para enfrentarla. Ya no extraña a nadie que los Ministros de Agricultura o los Congresos hablen de agricultura sostenible, agroecología o agricultura orgánica aunque todavía la práctica dista mucho de la retórica. Los institutos nacionales de investigación agropecuaria están dedicando más recursos a investigar sobre temas ligados al manejo de los recursos naturales, algunas veces incluso con enfoques agroecológicos. Se han fortalecido algunos organismos públicos encargados del monitoreo ambiental y el establecimiento de un marco regulatorio y se han financiado proyectos de áreas protegidas manejo de cuencas, agroforestería y forestería comunitaria y manejo integrado de plagas.

Estos cambios son positivos, pero su influencia real en el campo todavía es muy limitada. Se han creado nuevos reglamentos sin tener la capacidad de hacerlos cumplir. Se está investigando más sobre como manejar mejor los recursos naturales pero hay escasa participación de los agricultores o las posibilidades de difundir los resultados de la investigación son limitadas.

Muchas universidades latinoamericanas tienen un interés creciente en trabajar en temas ligados a al agricultura sostenible, pero la mayoría son académicamente débiles. En al mayor parte de la Centroamérica, el Caribe, los países más pobres de la zona andina y las regiones pobres de los otros países, las universidades investigan poco y tiene limitado acceso a la información producida por otras entidades, sus profesores y estudiantes cuentan con una formación académica deficiente y padecen de múltiples problemas institucionales. Al mismo tiempo, en las universidades con mayor fortaleza técnica existe la tendencia de dedicarse más a investigaciones netamente académicas y a tener a escasos vínculos con los actores menos privilegiados en su entorno.

Cientos de ONGs en América Latina trabajan con tecnología de manejo de recursos naturales ligada a la agricultura (Kaimowitz, 2000). Entre ellas existe una gran variabilidad de tamaño capacidad tecnológica y tipo de vínculos reales con los agricultores. Sin embargo, en toda la región probablemente no pasa de cien las ONGs que tienen un trabajo eficaz relacionado con agricultura sostenible, y sólo llegan a una fracción marginal de los agricultores. La gran mayoría de las ONGs que trabajan con estos temas son pequeñas, con limitada capacidad técnica y poco arraigo real entre los agricultores a quienes supuestamente apoyan. Las ONGs son muy dependientes de fondos externos de Europa y Estados Unidos, lo cual es muy preocupante ya que dichos fondos tienden a disminuir.

La ONGs ha desempeñado un papel importante en promover el uso de tecnología sencilla para el manejo de recursos naturales tales como el uso de abonos orgánicos y cultivos de cobertura obras de conservación de suelos, reforestación repelentes naturales e insecticidas botánicos (IDESAC et al, 19989; Kaimowitz et al, 2002). En general, estas son alternativas tecnológicas que se conocen desde hace bastante tiempo, y las ONGS han hecho relativamente poco para adaptarlas a las condiciones específicas de las distintas regiones productores.

Muchas ONGs hablan sobre la importancia de aprender de los agricultores y rescatar tecnología autóctona, pero pocas logran hacerlo de manera sistemática. También hay una brecha muy grande en cuanto al discurso de la mayoría de las ONGs sobre la participación de los agricultores en sus programas y la situación real.

Un aspecto positivo del trabajo de las ONGs con agricultura sostenible en los últimos años ha sido la tendencia a crear instancias nacionales y regionales para construir consensos sobre políticas, intercambiar experiencias, metodología y materiales y realizar actividades de forma conjunta. Muchas ONGs que trabajan con agricultura sostenible forman parte del Consorcio Latinoamericano de Agroecología y Desarrollo (CLADES), el Consorcio de Desarrollo Sostenible Andino (CONDESAN) la Federación Internacional de movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), la Asociación para el Mejoramiento de los Cultivos Orgánicos (OCIA), el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA) y el Servicio de Información Mesoamericana de Agricultura Sostenible (SIMAS). También existen redes nacional de ONGs y otras entidades que trabajan con agricultura sostenible, agroecología o temas similares en casi todos los países de la región.

Otro fenómeno positivo, aunque incipiente, ha sido la incorporación del concepto de agricultura sostenible en el trabajo de muchas de las organizaciones campesinas e indígenas. Dado a que ya no hay tanto apoyo urbano para reformar agraria crédito agrícola subsidiada o políticas comerciales que protegen la agricultura, estos grupos esperan ganar apoyo de la clase media y los grupos ambientalistas internacionales con base en el potencial de los pequeños productores como guardianes de la tierra, bosques, agua y recursos genéticos. Este es un fenómeno reciente, y todavía está más a nivel de discurso que de acciones concretas, pero a mediano plazo podría resultar de mucha importancia.

3. La situación en cuanto a la disponibilidad de alternativas tecnológica

Para analizar el avance en cuanto a la tecnología para una agricultura sostenible, se ha dividido la tecnología relacionado con agricultura sostenible en seis tipos:

a. Insumos alternativas
b. Tecnología de alta precisión
c. Prácticas de manejo y obras físicas
d. Tecnologías "agroecológicas"
e. Alternativas de ordenamiento territorial
f. Tecnología de comercialización

Los insumos alternativos sustituyen insumos tóxicos, dañinos para el medio ambiente y basados en recursos naturales no renovables por otros productos menos nocivos con abonos orgánicos, biofertilizantes, lombrices, agentes de control biológico, repelentes naturales, feromonas y plaguicidas químicos menos tóxicos y/o con menores efectos residuales (Altieri, 1995).

En este caso se usan insumos de fuera de la parcela, igual como se hacía con la tecnología de la revolución verde, lo único que cambia es el tipo de insumo que se usa. Por lo tanto, este es uno de los tipos de tecnología mas fácilmente compatible con las estructuras organizativas y metologías de la investigación y transferencia de tecnología agropecuaria actual, y un alto porcentaje de los éxitos hasta la fecha han sido con este tipo de tecnología. Ya existen mercados importantes para Bacillus Thuringiensis (BT), Trichogramma y otros agentes biológicos, plaguicidas con base botánica, "biofertilizantes como rhizobium, micorrizas y azobacteres y abonos orgánicos de distintas fuentes, y se puede anticipar que el uso de estos productos aumentaran sustancialmente en los próximos años.

Las tecnologías de "de alta precisión" reducen el uso de agroquímicos, agua y energía no renovable a través de un afinamiento de las dosis, formas y momentos de aplicación de insumos, agua y maquinarias que evita cualquier uso por encima de óptimo económico (Munson y Runge, 1990). Por ejemplo, se puede usar umbrales económicos de incidencia de plagas para determinar cuando aplicar plaguicidas, fertilizar con base en análisis del suelo pro parcela, ajustar las densidades de siembra a las condiciones de cada parcela e instalar sistemas de riego que permitan mayor control sobre los flujos de agua. Los modelos de programación lineal y no lineal ayudan a identificar formas de ahorrar en el uso de la tierra, maquinarias agua e insumosMuchas de estas tecnologías, aunque no todas, requieren métodos algo sofisticados, y por lo tanto, han sido aprovechado principalmente por productores grandes. Al mismo tiempo que disminuye el uso excesivo de bienes de capital también disminuyen los costos de producción.
Con el avance de la revolución informática se puede anticipar que este tipo de tecnología se utilizar cada vez a mas aportando al uso mas eficiente de los bienes de capital, pero haciendo mas difícil para los pequeños productores competir con los productores más grandes.

Mucha de las tecnología tradicional de conservación de suelos y agua tienen como base las prácticas de manejo y obras físicas de manejo y obras físicas, como terrazas, acequias, muros, siembra en contorno, labranza mínima y labranza cero y obras de captación, almacenamiento, distribución y drenaje de agua. También hay algunas alternativas de manejo de plagas basadas en prácticas culturales, como la incorporación de rastrojos, el uso de podas y la eliminación de plantas hospederas de plagas.

Estas tecnologías difieren de las tecnologías anteriores en cuanto a que su aporte al manejo de recursos naturales no viene principalmente a través de una reducción en el uso de bienes del capital.

La mayoría, aunque no todas, requieren inversiones adicionales en mano de obra o maquinaria, lo que puede dificultar su adopción, especialmente cuando no generan un alto retorno a corto plazo que justifique la inversión adicional. En el pasado, frecuentemente se asumía, erróneamente, que los campesinos disponen de mucha mano de obra subocupada, que se puede aprovechar para invertir en estas tecnologías de los esfuerzos para promoverlas.

De todas estas prácticas, quizás las únicas que han tenido una amplia adopción, han sido las relaciones con la labranza de conservación. Esa tecnología requiere nuevas inversiones en maquinaria e implementos, pero en relativamente corto plazo reduce los costos de producción. Por otro lado, hay amplias áreas donde tradicionalmente los agricultores usaban terrazas y otras prácticas de conservación de suelo, pero esas tradiciones se han ido perdiendo debido a la necesidad de los productores de buscar fuentes de trabajo fuera de las fincas (Zimmerer, 1993).

Las tecnologías agroecológicas aprovecha los principios ecológicos tales como diversidad en el espacio y el tiempo, reciclaje de nutrientes, depredación natural y parasitismo, máximo aprovechamiento de luz y agua, fijación biológica de nitrógeno y recursos genéticos adaptados a las condiciones locales par crear agroecosistemas más productivos y estables y menos dependientes de recursos externos (Altieri, 1987). Las tecnologías de este tipo incluyen las rotaciones y asociaciones de cultivos, los sistemas mixtos agrícolas-ganaderos, agroforestales y silvopastoriles, el uso de leguminosas, al control biológico clásico, el mantenimiento de la diversidad genética y el reciclaje de deshechos agroindustriales, como la pulpa de café, el banano de deshecho, el bagazo de la caña de azúcar y el excremento de establos y chiqueros para distintos usos.En su máxima expresión, este tipo de tecnología implica rediseñar de forma completa los sistemas de producción, y no sólo cambiar algún componente especifico. Esta pretensión, sin embargo, contradice la tendencia de la mayoría de los agricultores de adoptar sólo componente tecnológicos aislados, y por lo tanto requiere esfuerzos más intensivos de transferencia de tecnología. Probablemente sólo se aun pequeño grupo de agricultores los que asimilan la filosofía de un enfoque agroecológico de alta productividad y reestructuran sus sistemas de producción. Sin embargo, si ha habido un aumento sustancial en el uso de abonos verdes en muchos lugares, el reciclaje de deshechos agroindustriales y otras practicas puntuales. Es probable que paulatinamente aumente la adopción de patrones tecnológicos agroecológicos, aunque no se puede esperar que ese proceso sea muy rápido.

Por tecnologías de "ordenamiento territorial", se entiende todos aquellos cambios en los patrones de uso de la tierra que degradan menos los recursos naturales. Estos cambios en el uso de la tierra son producto no solo de cambios en los precios relativos, sino también de tecnologías que modifican la rentabilidad comparativa de los distintos usos de suelo. Ese cambio en rentabilidad puede ser directo cómo cuando se expande el área del bosque como resultado del desarrollo de una nueva variedad de árbol de rápido crecimiento o puede ser indirecto -cuando mejoras tecnológicas en el arroz aumenta su oferta en zonas productivas, reduce su precio y desincentiva la producción de arroz en zonas marginales (Harrington, 1994).

Probablemente, la tencología de ordenamiento territorial que mayor impacto ha tenido hasta ahora ha sido el mejoramiento genético forestal, permitiendo una gran expansión en el uso de árboles de rápido crecimiento, en varias regiones, pero especialmente en el Cono Sur. Esto ha permitido reducir la erosión en grandes áreas de laderas aunque también ha generado otros tipos de problemas debido al enfoque de monocultivo de las plantaciones, el desplazamiento de especies nativas, la contaminación asociada con los procesos industriales y el desplazamiento de los pequeños productores por las grandes empresas forestales.

Las tecnologías de comercialización le permiten al productor obtener mejores precios para sus productos por ser "orgánicos" o producidos en sistemas "sostenibles". Estas tecnologías incluyen sistemas de certificación y sellos verdes que garantizan que los productos agropecuarios y forestales han sido producidos usando tecnologías de manejo de recursos naturales y formas innovativas de distribución de esos productos. Ya existen iniciativas importantes de producir, procesar y exportar ajonjolí, algodón, café, cacao, frijol y soya orgánica, y también hay mercados pequeños pero crecientes para estos productos en la región. También se ha comenzado a exportar madera y otros productos forestales con "sellos verdes", que supuestamente reflejan que esos productos han salido de sistemas donde existe un manejo sostenible.En muchos casos, aunque no siempre, la agricultura orgánica produce rendimientos físicos por debajo de los que permiten un agricultura con algo uso de insumos. Esto, sin embargo, se puede compensar con el menor gasto en insumos y los precios más altos que logran los productos orgánicos (Pretty, 1995). De igual forma, en algunos casos de sobreprecio que permite el manejo sostenible de los bosques nativos cuando se vende los productos, justifica los costos adicionales, sobre todo cuando se incluye una etapa de transformación industrial.Se puede esperar que durante los próximos años sigan creciendo los mercados para los productos orgánicos y con "sellos verdes", aunque seguirán representando un pequeño porcentaje de los mercados globales. La producción para estos mercados también debe de generar experiencias valiosas a nivel tecnológico que puedan ser incorporadas por otros productores que no necesariamente vende en estos mercados.
CONCLUSIONES:
Visto en su conjunto, las macrotendencias de la agricultura latinoamericana reflejan poco avance en cuanto a la sostenibilidad. Se nota poco progreso tanto en la seguridad alimentaria y los ingresos de los sectores pobres del campo como en la degradación de los recursos naturales. En términos generales, el marco de políticas todavía favorece a una agricultura de carácter excluyente que degrada los recursos naturales, la capacidad institucional para promover una agricultura sostenible es todavía una débil y muchas de las tecnologías disponibles que podrían aportar a una agricultura sostenible son difíciles de adoptar.
Existen, sin embargo, semillas de esperanza o como dice Miguel Altieri "semilla de resistencia". Ciertas políticas que incentivaban la deforestación y el uso de agroquímicos han cambiado. Se empieza a visualizar algunos elementos que podrían formar la base de un nuevo marco institucional que promueve la agricultura sostenible. Actualmente están dispersos en múltiples pequeños esfuerzos por entidades publicas, proyectos, universidades, ONGs gobiernos locales y organizaciones campesinas y ambientalistas. También existen algunas alternativas tecnológicas como el uso de agentes biológicos para el control de plagas y la labranza conservacionista que han logrado una amplia difusión.
Todavía es demasiado temprano para determinar si estas semillas de esperanza son islas asiladas en un mundo que va irreversiblemente hacia una globalización excluyente y depredadora de la naturaleza o si son los gérmenes de un nuevo modelo de agricultura basado en principios solidarios y ecológicos. Pero esto no es simplemente un pregunta académica para se constatada de forma empírica. Sin querer caer en el voluntarismo más vulgar, sospechoso que la respuesta a la pregunta depende en parte de nuestros propios esfuerzos. Desapreció para siempre la época en que se contaba con las leyes inexorables de la historia para lograr el progreso. De nuevo, somos responsables de nuestro propio futuro.