viernes, 6 de julio de 2007

LA EXTENSIÓN RURAL

Docentes de la Universidad Nacional Agraria de la Selva de Tingo María


Ingº. FERNANDO S. GONZALES HUIMAN
http://fgonzaleshuiman.blogspot.com/
http://fsghinvestigación.blogspot.com/ http://fsghturismo.blogspot.com
e mail: fsgh_dito@yahoo.es fsghdito@gmail.com
DOCENTE DE LA FACULTAD DE AGRONOMIA
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA, TINGO MARÍA PERÚ.

La Extensión Agraria, entendida como la mejora de la gestión del conocimiento agrario (sentido restringido) o como el apoyo a la población rural y su contexto (sentido amplio), es un elemento esencial, cuando no se asimila, al desarrollo rural. La idea de hacer útiles al máximo número de personas los conocimientos de la agricultura surgidos dentro o fuera de ella, y la de apoyar a la población rural a través de la animación sociocultural, el desarrollo comunitario o la acción política, son tan antiguas como la actividad agraria, y el campo, donde ésta se desarrolla.

Entendemos por extensión todo proceso que signifique transferencia de información con intencionalidad educativa en el medio rural.
Tanto la transferencia de nuevas tecnologías, la capacitación de productores, la información técnica, la asistencia técnica y los procesos de educación no formal que se generan en el medio rural, pueden estar contemplada en esta definición amplia, flexible de lo que tomamos como extensión rural en este trabajo.

LAS TICs Y LA EXTENSIÓN RURAL

Las TICs o NTICs son las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, que surgen y se desarrollan con una velocidad admirable en los últimos años en el marco de la llamada "revolución del conocimiento" que da surgimiento a la "sociedad de la información y del conocimiento" cuestión hoy indiscutible en la que se enmarca nuestras vidas y nuestros trabajos.
Se podría definir a la Sociedad del Conocimiento como aquella con capacidades suficientes para generar, apropiar y utilizar el conocimiento para atender las necesidades y los desafíos de su propio desarrollo. Y complementariamente se podría conceptuar a la Sociedad de la Información como aquella en que se generaliza novedosas y múltiples formas de generar, recoger, almacenar, procesar y divulgar información, con la novedad agregada que se amplía significativamente la cantidad y la calidad de ciudadanos que pueden potencialmente participar de estos procesos (mayor democratización de oportunidades).

Más concretamente las TICs son las herramientas que permiten el procesamiento y la circulación de información de forma más acelerada, en mayor volumen, para mayores grupos metas, posibilitando al mismo tiempo mayores posibilidades de comunicación, de diálogos, de intercambios entre públicos diversos y de localizaciones remotas por ejemplo.

Las TICs son la Internet como "vedette" indiscutible, como también son las videoconferencias, los listados de discusión, etc. Estas herramientas han revolucionado todos los ámbitos del hacer humano y la extensión rural no podía estar por fuera de este proceso mundializado.

El futuro se podría aventurar que será un "futuro digitalizado", es evidente que cada día crece más el uso de computadoras, los usuarios de Internet, cada vez hay más actividades por Internet y mediadas por otros medios electrónicos. En este futuro digitalizado crecen constantemente los consumidores-usuarios. Pero esta "cara buena" de ese futuro digitalizado tiene la otra, en la que debemos remarcar algunos de los aspectos excluyentes, como son la brecha digital (no acceso, no uso o uso limitado de las TICs) y la "brecha en la generación de contenidos" (producción y gestión de información).

E-EXTENSIÓN RURAL: CONCEPTO NUEVO?

Algunos autores comienzan a hablar de E-Extensión, entendiendo por tal el concepto emergente de la rápida incorporación de TICs en programas y acciones de extensión clásicas.

Se entiende por e-extensión aquellas tareas de extensionismo rural que se basan en el uso intensivo de TICs y que supone desarrollar muchas de las acciones de forma virtual y a distancia. Además de permitir realizar acciones de forma remota, incorpora la posibilidad de otros dos aspectos novedosos y muy interesantes que son la de realizar acciones en tiempo real (por Internet) y con mayor número de participantes en forma simultánea.

Colabora en desarrollar redes colaborativas más horizontales con la posibilidad de producir intercambios de participantes localizados de forma dispersa, bajando costos e incrementando los potenciales y reales usuarios y miembros de dichas redes.

Incorpora la "multidireccionalidad" en la comunicación, superando la casi "verticalidad" imperante en la extensión clásica donde la relación fue centralmente extensionista-productor.
La extensión clásica es básicamente presencial y la mayor relación es la de productor-extensionista y extensionista-sistema de extensión, ahora con estas nuevas oportunidades a toda la relación de diálogo presencial, se le suma la posibilidad de diálogos múltiples, búsqueda de información con relativa autonomía del productor, se puede incrementar la relaciones entre los productores de forma horizontal, entre los extensionistas entre si, así como ambos con el sistema de extensión, etc. Estas nuevas oportunidades posibilitan a los productores no "depender" exclusivamente de la opinión, de la información que aportaba clásicamente el extensionista y esto también colabora en ampliar el horizonte de información y de alternativas que hoy tiene el productor con acceso a estas nuevas forma de informarse.

La E-extensión es parte de la extensión, lo que se incorpora son herramientas, equipamientos y nuevas metodologías que desafían a reconceptualizar, a capacitarse para estas innovaciones, pero esencialmente debería entenderse como una modernización creciente y acelerada de la extensión y no como una "nueva extensión que competirá y sustituirá la anterior". Esta visión en conflicto, en competencia no se justifica, el rol del extensionista es tan necesario como siempre, dado que todo el proceso de transferencia de información debe estar liderado por profesionales especializados y comprometidos y las herramientas y equipamientos son básicamente instrumentos para desarrollar el rol profesional del extensionistas.

Por lo tanto la propuesta es incorporar estas herramientas para desarrollar más y mejor la actividad de extensión, acorde a los contextos y condiciones muy específicos de cada entidad, territorio, rubro, etc.

LA EXTENSIÓN EN EL PERU

La extensión agraria como servicio organizado por el Gobierno dejó de funcionar en la práctica en 1987, Cuando el Instituto Nacional de Investigación y Promoción Agropecuaria (INIPA) fue reorganizado y se transfirieron las responsabilidades de extensión al Ministerio de Agricultura, que no llegó a implementarlas como programa. Este espacio ha sido cubierto en parte por las ONGs, que han venido trabajando a lo largo del país con cierta irregularidad y respondiendo, en la mayoría de los casos, más a la necesidad de conseguir financiamiento para sus actividades que a las necesidades de los productores. Si bien, el servicio de extensión pública organizado bajo una institución dejó de operar en la práctica, el sector público ha venido realizando actividades en extensión, a través de proyectos específicos.

Entre las varias características de la extensión agraria en el país en la década actual se debe destacar el número excesivo de instituciones privadas, que hacen actividades en el tema y la superposición y poca coordinación de actividades entre estas y los proyectos públicos. Gran parte de las actividades de las ONGs se desarrollan en la sierra y de hecho los tres proyectos del Ministerio de Agricultura relacionados en forma directa a la extensión llevan a cabo sus actividades exclusivamente en la sierra.

1. Dispersión del trabajo dentro de la región, cada institución busca su territorialidad, esto hace que las actividades no sean eficientes, pues los esfuerzos son débiles dentro de una misma región.
2. Desatención de productores en las otras regiones, sobre todo en la costa, donde las posibilidades de causar impacto tecnológico son mayores por las potencialidades que ofrece esta región.
3. Diferentes metodologías de trabajo aplicadas en problemas similares lo que lleva a un uso ineficiente de los recursos y en la práctica no contribuye a la capacitación de los productores.
4. Asistencialismo a los productores, que desvirtúa el objetivo de un programa de extensión agraria.
5. Rigidez administrativa en los proyectos del estado, lo que reduce la efectividad de los mismos.

Si bien, no existe un servicio de extensión organizado por el gobierno, esto no quiere decir que en el país no se hagan actividades en extensión agraria.

Existen en el país diversas instituciones públicas y privadas que con o sin el propósito hacen extensión agraria. De hecho se puede decir que existe en el país un sistema informal de extensión agraria. En este sistema participan ONGs, otras entidades privadas y el sector público bajo la forma de proyectos. El sistema sin embargo es informal por que hay muy poca coordinación de actividades entre las instituciones y proyectos que lo conforman.

El sistema informal de extensión agraria involucraría a 6100 personas: 4400 en el sector privado y 2700 en el público. Considerando un gasto operativo mínimo de 500 dólares al mes por persona (salario mas operación), este sistema tiene recursos estimados de 36 millones 600 mil dólares al año.

Las acciones de extensión se encuentran concentradas en la sierra. Se estima que el 60% de las actividades de las ONGs se realizan en la sierra. Los proyectos del Ministerio de Agricultura también se realizan en la sierra. Paradójicamente y a pesar de estar concentradas las acciones en la sierra, se puede decir que existe una dispersión de esfuerzos en lo que respecta a extensión, pues antes de una coordinación de actividades priman los intereses y la territorialidad.

Los modelos utilizados son diversos y las acciones que se hacen bajo el supuesto de la extensión agraria son diversas, algunas de las cuales no deberían ser consideradas como de extensión agraria, sino de desarrollo rural (vías de comunicación, infraestructura). Por otro lado, se pone énfasis en los aspectos sólo productivos, descuidando otros aspectos de la cadena productiva como por ejemplo la comercialización que deberían ser cubiertos por la extensión.

Las mayorías de las instituciones que trabajan en extensión ponen poco énfasis en la demanda de tecnología por parte de los productores, sus actividades son más del tipo difusionista y asistencialista. El impacto que puede esperarse de este tipo de programas es mínimo y su sostenibilidad no es posible.

La organización de los productores para mantener una relación horizontal con las instituciones es incipiente. Los proyectos y actividades que trabajan en extensión ponen muy poco énfasis en el fortalecimiento de las organizaciones de productores y esto a su vez incide en la sostenibilidad del proceso de extensión.

MODALIDADES ACTUALES DE TRABAJO

Los proyectos, ONGs, empresas y demás grupos que trabajan en extensión usan diferentes modalidades de trabajo, que van desde los modelos tradicionales de extensión, hasta modelos participativos. Se ha tratado de agrupar las diferentes modalidades de trabajo utilizadas partiendo desde modelos mas tradicionales hasta conceptos innovativos.

Se entiende por un modelo tradicional a aquel que parte del principio de extender un conocimiento sin importar la recepción por parte del usuario. En este tipo de modelo importa la cantidad y no el impacto.

Este modelo evolucionó para involucrar al productor en la toma de decisiones, pero aquí también hay diferencias respecto al apoyo que se da a la organización de productores.

1. Modelo Difusionista Asistencialista

Este es usado por la gran mayoría de ONGs, por las empresas privadas y por los Fondos Rotatorios. Se basa en el supuesto que la tecnología a difundir es mejor que la tradicional. En este modelo no hay retro alimentación desde los productores tampoco se enfatiza la organización de productores. La difusión de una tecnología básicamente se basa en los siguientes aspectos:

a. Interés comercial de una empresa privada
b. Interés político en el caso del sector público o de ONGs.

Este tipo de modelo es útil en el caso de promover insumos hacia agricultores que tienen recursos para pagarlos. En este tipo de modelos el asistencialismo es común. Los intereses en promover tecnologías ya sea con fines comerciales o con fines políticos llevan a las instituciones a promover acciones asistenciales con la finalidad de lograr sus objetivos. Como el objetivo final de estos modelos no es necesariamente elevar el nivel de vida de los productores, estos terminan volviéndose dependientes de una tecnología en el caso de una empresa comercial, forman parte de una estadística en el caso de algún proyecto de impacto al corto plazo, o reciben algún tipo de doctrina política o religiosa en el caso algunas ONGs. Este tipo de modelos no fortalece la organización de los productores no tiene un enfoque de manejo de recursos naturales y menos aún de sostenibilidad.

2. Modelo Participativo

Este modelo parte de la identificación de las necesidades por parte de los mismos productores y de una priorización de actividades en forma conjunta entre los productores y la institución.

Además ambas partes asumen compromisos de trabajo y hasta financieros. Este modelo es usado por PRONAMACHCS y por algunas ONGs como CARE.

En este modelo, se trabaja más en función de las necesidades de los productores y se toma en cuenta su opinión para el diseño y uso de alternativas tecnológicas. Este tipo de modelos es útil en el caso de pequeños productores a nivel de subsistencia. En este tipo de modelo no se excluye el asistencialismo y la contribución de los productores en las actividades es por lo general en especie.

La principal desventaja de este modelo es que el productor a pesar de su participación, no tiene un sentido real de propiedad de las actividades, pues al no contribuir económicamente en ellas, no se siente comprometido. Este tipo de modelo tampoco considera actividades de apoyo a la organización de productores.

3. Modelo Orientado a la Demanda

Este modelo es utilizado por los proyectos FEAS y MARENASS. Se basa en el principio de financiar contratos de apoyo entre productores organizados e instituciones proveedoras de servicios. Se busca que los productores vayan financiando las actividades de forma gradual y para esto se establecen formas de pago graduales de los productores llamadas matrices de co-financiamiento.

Al participar en el financiamiento de las actividades, los productores adquieren sentido de propiedad sobre el proyecto. Sin embargo, en agricultores con poco nivel de organización es difícil que estos identifiquen sus necesidades al largo plazo y este tipo de modelos puede convertirse en conjuntos de actividades tendientes a solucionar problemas al corto plazo sin tener en cuenta la sostenibilidad de las actividades.

4. Modelo de Gestión Empresarial

En este modelo, la ventaja radica en que la empresa tiene una necesidad de parte de los productores y puede ser ventajoso siempre y cuando contribuya a fortalecer la organización de los productores. Cuando la operación es rentable, la empresa asume los costos de operación y esto beneficia a los productores.

LA EXTENSIÓN AGRARIA

La extensión agraria se asienta en un proceso participativo de intervención, de comunicación, de carácter educativo no formal y que apunta a transformar la realidad. El objetivo consiste en alcanzar un modelo de desarrollo socialmente equitativo y ambientalmente sostenible, adoptando los principios teóricos de la agroecología como criterio para el desarrollo y la selección de las soluciones más adecuadas y compatibles con las condiciones específicas de cada agroecosistema y del sistema cultural de las personas implicadas en su manejo.
Los valores juegan un importante papel pues a través de éstos, los conocimientos y las aptitudes pueden transformarse en actitudes y acciones, elementos claves en la educación agraria. En las técnicas de los profesionales del agro y las experiencias prácticas de los productores son manifestaciones culturales, la intervención de los agentes debe respetar los conocimientos y las culturas locales, interpretando el proceso a través del cual el hombre ha coevolucionado con su medio ambiente.

EL EXTENSIONISTA AGRARIO

Indudablemente que ser extensionista no es nada fácil, para ello se requiere de destrezas, habilidades y de un amplio conocimiento dentro de su campo y afines a ella; por que al llegar al productor se requiere tener sencillez, amabilidad, ser atento, ponerse a la altura del “cliente productor”, entendiéndolo, sabiéndolo escuchar y hacer un diálogo fluido de doble sentido, además de compartir la mesa cuando las circunstancias lo requieran. Siempre debemos tener en cuenta que estamos tratando con personas mayores y/o adultas.

Ignorar al agricultor o productor es un gran error, por que de sus experiencias se puede aprender y rescatar muchas habilidades y cualidades técnicas, de allí el fracaso de muchos programas de desarrollo que en la mayoría de las veces sus técnicos no valoran las experiencias del campo, la idiosincrasia de ellos, lo que debemos de hacer es tratar de darle siempre la razón a nuestros productores, recordando aquella frase muy popular que dice: “el cliente siempre tiene la razón” y esta frase debemos de trabajarlo con mucho cuidado tejiendo o hilando muy fino, para ganarnos la confianza de ellos y luego poder incursionar exitosamente con los paquetes tecnológicos propuestas por la empresa. Recuerda que el agricultor es muy importante para nosotros y es nuestro amigo, si desde ese ángulo vemos a los productores estamos seguros que podremos tener éxito en lo que nos proponemos, mejorar la tecnología del cultivo de cacao y con ello incrementar los volúmenes de producción y la calidad del cultivo.

La Extensión rural no es sólo una simple visita técnica, es más que ella, por que el extensionista en la mayoría de los casos se convierte en un “confidente técnico” del productor al consultarle éste por sus otros cultivos, por sus animales y muchas veces solicita hasta consejos personales y/o familiares, es aquí donde se juega un papel importante sabiéndolo escuchar y entendiéndolo más no evadir éstos tipos de diálogo por que fortalecen nuestra misión, si no estamos en condiciones de responder algunas de sus inquietudes nunca le digan NO al productor, si no que tienen que indagarlo y que en la próxima vez, que debe ser lo más cercano posible, tendrán una respuesta a esas inquietudes.

Siempre debemos cumplir con lo que prometemos y para esto debemos tener mucho cuidado con nuestro diálogo y hablar por hablar solamente para ganarnos la confianza y amistad del productor ofreciendo cosas que no están a nuestro alcance es un peligro para nuestro propósito.

¿Cómo la extensión puede facilitar un proceso de cambio en los productores?

* Contribuir a esclarecer la naturaleza y el alcance de los problemas ambientales para ayudar a los productores a alcanzar una visión cada vez más crítica de su realidad agraria.
* Generar información y difundirla entre la opinión pública, a fin de que se establezcan consensos a partir de la pluralidad de opciones disponibles.
* Asistir al análisis integral y a la superación de los conflictos que se inscriben en la dimensión agraria.
* Corregir prácticas productivas y socioculturales que afectan la sustentabilidad del desarrollo; inducir al cumplimiento del marco jurídico agrario.

La acción del extensionista demanda distintos procesos de intervención técnica y no técnica, y de una amplitud de criterios para comprender y establecer las relaciones entre la agricultura y la comunidad. Entre sus tareas, se destaca la comprensión y la transmisión al productor de fenómenos complejos de manera de lograr una agricultura realmente sustentable que acompañe los ciclos naturales, para lograr una administración compatible de agrotóxicos, de fertilizantes químicos.

La extensión contribuye a la generación de actitudes responsables frente al agro. Esto es parte de la tarea formadora que va más allá de los límites formales en tanto promueve la movilización de los productores para que, a partir de sus conocimientos y experiencias, ayuden al desarrollo de su comunidad. En tal sentido, las condiciones agrarias son el resultado de opciones productivas, sociales, políticas, económicas y tecnológicas y no sólo de factores físicos.